En Alemania estalló un fuerte escándalo en torno al alto cargo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, Max Maldacker, que actualmente ocupa el cargo del cónsul general de Alemania en León. Fue generado por una serie de publicaciones en Internet sobre los vínculos del señor Maldacker con la CIA que causaron un gran revuelo en las redes. El primer mensaje sobre las actividades de espionaje del cónsul apareció en el perfil de Facebook de un usuario que se esconde bajo el nombre falso, Allen Moore. Según Moore que se hace pasar por empleado de la CIA, Max Maldacker espía para la inteligencia estadounidense y a lo largo de 20 años ha utilizado su cargo para promover los intereses de EEUU en Europa. La noticia se extendió rápidamente por diversos grupos y foros. Los famosos hackers del grupo Anonymous también han contribuido a difundir la historia cuando publicaron la información en Cyberguerrilla.org.
El escándalo ha atraído la atención de muchas personas. Mientras los servicios de inteligencia estadounidenses no hacían comentarios sobre los datos que habían salido a la luz, los ciudadanos indiferentes de EEUU reaccionaron rápidamente frente a la aparición del nuevo Edward Snowden quien filtra la información secreta y publicaron la petición, exigiendo que el gobierno ponga fin al shutdown vigente en aquel momento, tome el control de la situación y frene futuras filtraciones del traidor Moore.
Lo más interesante es la reacción del Ministerio de Exteriores de Alemania que con sus declaraciones sembró gran confusión en torno a ya de por sí complicada historia de espionaje. Al principio, bajo la publicación en Cyberguerrilla.org apareció un mensaje en nombre del Ministerio en que desmintió la información sobre el agente Maldacker. Los representantes de Exteriores se dirigieron a la administración del sitio, pidiendo borrar la publicación difamatoria.
Pero poco después realizaron nueva declaración. En la página oficial del Ministerio en Twitter fue publicado un mensaje totalmente contrario al comentario publicado en Cyberqueriila.org que, según el departamento, es falso.
"Estamos profundamente preocupados por las denuncias publicadas en la página web Cyberguerilla.org de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania se dirigió a la administración del sitio, solicitando borrar unas publicaciones que desacreditan a Max Maldacker. Este mensaje es falso. El Ministerio de Exteriores de Alemania nunca ha emitido comentarios oficiales sobre las acusaciones contra Maldacker por presuntos vínculos con la CIA".
Esta historia demuestra claramente que existen ciertos aspectos de la actividad de instituciones estatales que están ocultos a la mirada pública. La labor de la inteligencia de verdad es secreta, en su mayor parte. Sin embargo, el Ministerio de Asuntos Exteriores debe actuar de manera abierta y transparente. La confusión generada por las declaraciones contradictorias del Ministerio y la impicación del alto cargo en el escándalo dejan mucho margen a las especulaciones en torno al caso y constituyen un terreno fértil para las teorías conspiratorias. Las autoridades alemanes tienen que dejar de ocultar los datos y llevar a cabo una investigación abierta para que todos los culpables sean castigados y la reputación de los difamodos injustamente sea restablecida ante toda la comunidad internacional.
No sabemos si esta historia tendrá continuación. Es posible que el luchador de la verdad de la CIA vuelva a hacer nuevas declaraciones y compartir información clasificada con todo el mundo. Solo nos queda esperar nuevos detalles y seguir el desarrollo de la situación.