Hace 6 años | Por --368612-- a nytimes.com
Publicado hace 6 años por --368612-- a nytimes.com

Cuando te caes de un caballo, sólo tienes unas fracciones de segundo antes de aterrizar. Lo que debes hacer es pegar la barbilla al pecho y prepararte para rodar de modo que desaceleres y distribuyas la fuerza de impacto. "Lo importante es proteger tu cabeza y tu cuello" - explica Austin Anderson, jinete profesional, que se ha caído unas 150 veces desde que empezó a cabalgar con 4 años de edad. Hay cursos que enseñan cómo caer correctamente de un caballo pero para Austin se olvidan de que si caes cabeza abajo, es mejor romperse la muñeca.

Comentarios

D

Cuando ni Superman sabía hacerlo, lo voy a hacer yo bien ...

themarquesito

Hay veces en que, poco menos que milagrosamente, se puede sobrevivir una espectacular caída de caballo. Esta es una anécdota sobre mosén Jaime Ferrer, valenciano, y la cuenta Gonzalo Fernández de Oviedo:

Yo me acuerdo bien de él, y le vi enamorado de una muy gentil dama de la reina católica. Y acaecióle en Burgos un caso venturoso en que él salió dichoso de aquel trance con un toro, y fue de esta manera. En el tiempo de las fiestas del casamiento del príncipe, año de 1497, corríanse unos toros muy bravos en Burgos, mirándolos desde las casas del condestable Don Bernardino de Velasco el rey y la reina, y el príncipe, y la princesa madama Margarita, y las infantas, y las damas, y muchos señores y señoras; porque en esa sazón estaba la flor y la mayor parte de toda la caballería de España. Andaba en la plaza un toro (de los que dicen de compasquillo) muy bravo, y muchos caballeros mancebos a caballo, de los galanes, ricamente ataviados. Y de su dicha hubo de dar el toro tras Ferrer; y ya que iba muy cerca de le herir el caballo, no llevaba lanza, y llegando debajo de una ventana baja (de un entresuelo, donde estaba mirando una dama muy principal) había ahí una calzada de piedra, y como pasó Ferrer corriendo sobre ella, y el toro siguiéndole, fuéronsele las manos al caballo por las piedras y cayó de ojos. Y el caballero salió de la silla por encima de las orejas del caballo y cayó delante del caballo tres o cuatro pasos, que pensamos cuantos le vieron que se había bien lastimado. Y encontinente, el caballo se levantó y huyo por la plaza, y Ferrer en el mismo instante que estuvo en tierra se levantó tan suelto y presto que fue cosa de admiración. Y súbito tenía la capa en el brazo siniestro y la espada en la mano, desenvainada; y vuelta la cara al toro, con muy lindo denuedo se fue dos pasos hacia el toro, el cual, en el tiempo que el caballo cayó se había parado a lo mirar, no estando sino tres o cuatro pasos del caballo. Y como tan de súbito vio al caballero ante sí puesto, comenzó el toro a alzar y bajar la cabeza dos o tres veces, mostrando querer entrar con el Ferrer, el cual le atendía como es dicho. Quiso Dios que le dejó y tiró tras otros, lo cual fue mucho en grado de cuantos miraban.

Fernández de Oviedo, Gonzalo, Batallas y Quinquagenas, Batalla I, Quinquagena II, Diálogo XLV (sobre mosén Jaime Ferrer)

ElPerroDeLosCinco

Ya lo decía Antonio Flores: qué malo es el caballo.

D

"jinete profesional, que se ha caído unas 150 veces" - no se le ve muy profesional, no

Noctuar

Dejemos de coaccionar a los caballos para subirnos encima de ellos y problema arreglado.

j

"La montura" kojon prieto y los huajolotes