El centurión, el pilar de las legiones. La espina dorsal de la maquinaria de guerra romana. Y es que estoy seguro de que al deciros la palabra centurión, en vuestra mente ya se ha dibujado una imagen del oficial romano por antonomasia. Con la cresta horizontal de su galea, y su palo de vid siempre dispuesto a golpear a algún legionario despistado o que no ha cumplido con sus obligaciones.
Antes de nada, existe la perspectiva moderna de ver a los centuriones como una especie de sargentos mayores, tipo Clint Eastwood en El Sargento de Hierro. Sin embargo, ojo, estaban en otra clase distinta a la de la tropa. Basta con ver sus emolumentos: cobraban más de diez veces más que un legionario.
En cuanto a los mitos:
- Sí que es cierto que los centuriones fueron exageradamente valientes y temerarios pero sólo en determinados períodos. Llama la atención en los relatos de César que mueran tantísimos centuriones, en una proporción más alta que los legionarios de tropa.
Sin embargo, esto no siempre fue ni sería así. En el período republicano medio la virtus, la valentía, recaía sobre los tribunos, en tanto que la nobleza se involucraba más en lo bélico y lo tomaba como un deber sagrado. Es después de las guerras púnicas, cuando entra mucho dinero y costumbres extranjeras, cuando los nobles prefieren pasar un poquito del ejército o sirviendo sin involucrarse demasiado dado el ascenso del poder del dinero sobre las gestas militares. Es entonces donde recae la obligación de bravura de los centuriones.
- No hay prueba alguna que revele que los centuriones solían ascender desde la tropa. Teniendo en cuenta que desde las reformas de Mario y la progresiva dureza de las campañas cada vez se incorporaban las clases más humildes, y el centurionado requería saber leer y escribir, resulta un poco extraño. También es cierto que no hay pruebas que demuestren que un raso no podía ser centurión, pero muchas referencias que tenemos es que eran puestos directamente designados a équites y acaudalados aunque sí es cierto que eran unas tropas semiprofesionales (debido a la duración del servicio).
- Los centuriones no eran conocidos por su rectitud, sino al contrario. Los sobornos de los soldados al centurión eran casi legales y aceptados de lo habitual que era la práctica. Muchas obras de teatro revelan al centurión como el más corrupto del ejército. Sobornos por no hacer guardias, por más comida, por salir de primera línea...
En resumen, el principal problema es que coge características concretas del centurionado en los períodos que le interesan y eso no es preciso. Es un cargo que existió durante siglos y siglos, y sujeto a tantos cambios que es como hablar de los funcionarios entre 1500 y 2018 como si siempre hubiesen sido iguales o con una misma función.
Antes de nada, existe la perspectiva moderna de ver a los centuriones como una especie de sargentos mayores, tipo Clint Eastwood en El Sargento de Hierro. Sin embargo, ojo, estaban en otra clase distinta a la de la tropa. Basta con ver sus emolumentos: cobraban más de diez veces más que un legionario.
En cuanto a los mitos:
- Sí que es cierto que los centuriones fueron exageradamente valientes y temerarios pero sólo en determinados períodos. Llama la atención en los relatos de César que mueran tantísimos centuriones, en una proporción más alta que los legionarios de tropa.
Sin embargo, esto no siempre fue ni sería así. En el período republicano medio la virtus, la valentía, recaía sobre los tribunos, en tanto que la nobleza se involucraba más en lo bélico y lo tomaba como un deber sagrado. Es después de las guerras púnicas, cuando entra mucho dinero y costumbres extranjeras, cuando los nobles prefieren pasar un poquito del ejército o sirviendo sin involucrarse demasiado dado el ascenso del poder del dinero sobre las gestas militares. Es entonces donde recae la obligación de bravura de los centuriones.
- No hay prueba alguna que revele que los centuriones solían ascender desde la tropa. Teniendo en cuenta que desde las reformas de Mario y la progresiva dureza de las campañas cada vez se incorporaban las clases más humildes, y el centurionado requería saber leer y escribir, resulta un poco extraño. También es cierto que no hay pruebas que demuestren que un raso no podía ser centurión, pero muchas referencias que tenemos es que eran puestos directamente designados a équites y acaudalados aunque sí es cierto que eran unas tropas semiprofesionales (debido a la duración del servicio).
- Los centuriones no eran conocidos por su rectitud, sino al contrario. Los sobornos de los soldados al centurión eran casi legales y aceptados de lo habitual que era la práctica. Muchas obras de teatro revelan al centurión como el más corrupto del ejército. Sobornos por no hacer guardias, por más comida, por salir de primera línea...
En resumen, el principal problema es que coge características concretas del centurionado en los períodos que le interesan y eso no es preciso. Es un cargo que existió durante siglos y siglos, y sujeto a tantos cambios que es como hablar de los funcionarios entre 1500 y 2018 como si siempre hubiesen sido iguales o con una misma función.
#25 vamos a ver Sr Pertinax si no va a tener usted que repetir 1ero de Instituto de Nova Historia, es de todos sabidos y conocido que Roma no eran más que unos palurdos cabreros hasta que Catalonia se integró con ellos federadamente y con estatut propio en las XII tablas.
#1 Cierto, podían habernos dejados tranquilos con nuestras costumbres guerracivilisticas de todos contra todos. Pero se adptaron bien. Cuando estalló su primera guerra civil entre sertorianos y el senado decidieron ponerla en práctica en Iberia, por respetar la costumbre y tal.
#1 llenaron las cuentas de las calzadas de republicanos illergetes, de anarquistas lusitanos, comunistas berones y vascones... Los muy franquistas laziales...
- El arma principal del hoplita es la lanza. La espada es el último recurso.
- El escudo hoplita se embraza por dos puntos. El romano se coge con la mano justo debajo del umbo.
- La espada era el arma principal y se sacaba después de arrojados los pila. Es decir, con el enemigo a muy corta distancia. No puedes perder segundos en desenvainar.
#10 para no cortar al desenvainar al que estaba en a la izquierda: A la derecha siempre había escudo. En el caso de los romanos, dada la formación cerrada, es normal seguir un sistema común para evitar cortes amigos.
Los romanos no eran los únicos en envainársela a la derecha: Si llevas un escudo en la mano izquierda, te la envainas en tu lado derecho que todo el mundo puede ver que grande y larga es tu 'espada'. Una espada equivalía a un símbolo de estatus, ergo había que publicitarla.
Estos días hemos visto desfilar unos cuantos aquí en Lugo, durante los festejos del Arde Lucus (http://www.ardelucus.com) que os sugiero visitar a todos... o no. A fin de cuentas, ¿qué nos han traído estos romanos...?.
Comentarios
Artículo lleno de inexactitudes y mitos:
Antes de nada, existe la perspectiva moderna de ver a los centuriones como una especie de sargentos mayores, tipo Clint Eastwood en El Sargento de Hierro. Sin embargo, ojo, estaban en otra clase distinta a la de la tropa. Basta con ver sus emolumentos: cobraban más de diez veces más que un legionario.
En cuanto a los mitos:
- Sí que es cierto que los centuriones fueron exageradamente valientes y temerarios pero sólo en determinados períodos. Llama la atención en los relatos de César que mueran tantísimos centuriones, en una proporción más alta que los legionarios de tropa.
Sin embargo, esto no siempre fue ni sería así. En el período republicano medio la virtus, la valentía, recaía sobre los tribunos, en tanto que la nobleza se involucraba más en lo bélico y lo tomaba como un deber sagrado. Es después de las guerras púnicas, cuando entra mucho dinero y costumbres extranjeras, cuando los nobles prefieren pasar un poquito del ejército o sirviendo sin involucrarse demasiado dado el ascenso del poder del dinero sobre las gestas militares. Es entonces donde recae la obligación de bravura de los centuriones.
- No hay prueba alguna que revele que los centuriones solían ascender desde la tropa. Teniendo en cuenta que desde las reformas de Mario y la progresiva dureza de las campañas cada vez se incorporaban las clases más humildes, y el centurionado requería saber leer y escribir, resulta un poco extraño. También es cierto que no hay pruebas que demuestren que un raso no podía ser centurión, pero muchas referencias que tenemos es que eran puestos directamente designados a équites y acaudalados aunque sí es cierto que eran unas tropas semiprofesionales (debido a la duración del servicio).
- Los centuriones no eran conocidos por su rectitud, sino al contrario. Los sobornos de los soldados al centurión eran casi legales y aceptados de lo habitual que era la práctica. Muchas obras de teatro revelan al centurión como el más corrupto del ejército. Sobornos por no hacer guardias, por más comida, por salir de primera línea...
En resumen, el principal problema es que coge características concretas del centurionado en los períodos que le interesan y eso no es preciso. Es un cargo que existió durante siglos y siglos, y sujeto a tantos cambios que es como hablar de los funcionarios entre 1500 y 2018 como si siempre hubiesen sido iguales o con una misma función.
#3 Siempre nos quedarán astures.
#4 Pues andamos apañaos...
#25 vamos a ver Sr Pertinax si no va a tener usted que repetir 1ero de Instituto de Nova Historia, es de todos sabidos y conocido que Roma no eran más que unos palurdos cabreros hasta que Catalonia se integró con ellos federadamente y con estatut propio en las XII tablas.
Dupe: El centurión, el pilar de las legiones
El centurión, el pilar de las legiones
sergioalejogomez.com#7 ¿Duplicada de ella misma?
El cinturón, el pilar de la moda.
#2 Para que no se te caiga el pantalion.
Lo felices que estaban íberos y celtas con sus cosas de íberos y celtas y tuvieron que llegar estos fascistas a tocar los cojones.
#1 La historia se repite.
#1 Cierto, podían habernos dejados tranquilos con nuestras costumbres guerracivilisticas de todos contra todos. Pero se adptaron bien. Cuando estalló su primera guerra civil entre sertorianos y el senado decidieron ponerla en práctica en Iberia, por respetar la costumbre y tal.
#1 llenaron las cuentas de las calzadas de republicanos illergetes, de anarquistas lusitanos, comunistas berones y vascones... Los muy franquistas laziales...
#21 Catalanes no, porque todavía no estaban inventaos.
#23 bueno, en Barcino hay quien recibió a los escipiones brazo en alto al saludo de Ave Cónsul por la gracia de Zeus...
#24 Pero no eran ni protoindepes. Esos llegaron del norte.
Romani ite domum
#14 Pero varias cosas:
- El arma principal del hoplita es la lanza. La espada es el último recurso.
- El escudo hoplita se embraza por dos puntos. El romano se coge con la mano justo debajo del umbo.
- La espada era el arma principal y se sacaba después de arrojados los pila. Es decir, con el enemigo a muy corta distancia. No puedes perder segundos en desenvainar.
después de 2100 años siguen importando ??? manda güevos !!!
Yo soy mas de teriantes facineriooso
Nadie se acuerda de los Optios. Los subalternos siempre jodidos.
La Basílica, del Pilar de Zaragoza.
A ver quién sabe por qué los legionarios romanos llevaban la espada envainada siempre a la derecha.
#10 Para sacarla con la derecha sin tener que desembrazarse el escudo o que éste interfiriese.
#13 Los hoplitas también portaban escudo pero la espada la llevaban a la izquierda, donde es más fácil sacarla.
#10 para no cortar al desenvainar al que estaba en a la izquierda: A la derecha siempre había escudo. En el caso de los romanos, dada la formación cerrada, es normal seguir un sistema común para evitar cortes amigos.
Los romanos no eran los únicos en envainársela a la derecha: Si llevas un escudo en la mano izquierda, te la envainas en tu lado derecho que todo el mundo puede ver que grande y larga es tu 'espada'. Una espada equivalía a un símbolo de estatus, ergo había que publicitarla.
Me he ganado el gallifante?
Estos días hemos visto desfilar unos cuantos aquí en Lugo, durante los festejos del Arde Lucus (http://www.ardelucus.com) que os sugiero visitar a todos... o no. A fin de cuentas, ¿qué nos han traído estos romanos...?.