Hace muchos años asistí a un curso de Habilidades Directivas, en la empresa donde trabajaba.
Yo era el típico directivo de segunda, llevaba un departamento de la empresa y me eligieron junto a otros 10 para asistir.
El profesor, argentino, muy profesional, se dedicó una mañana entera a explicarnos cómo calmar al mono que todos llevamos dentro cuando teníamos un conflicto con nuestros subordinados. Todo muy modern management, con slides, vídeos de YouTube y preguntas abiertas. Nos pasó un mono con plátano, explicándonos cómo lo mejor era darle uno cuando saltara, para evitar broncas. alimentar al mono para que no saltara, esa era su teoría.
Nos fuimos a comer, y ahí nos contó que era judío. Yo, que siempre he sido estudioso del conflicto con Palestina, le pregunté su opinión al respecto. Me dijo que el no se metía en política y que no le interesaba ese tema, pero que creía que Israel se pasaba contra los palestinos, pero que había que entender que estaban ahí en medio de la jungla.
Se me ocurrió decirle que los Altos del Golan deberían devolverlos a Siria, como decía la ONU hacía años.
No os podéis imaginar cómo saltó su mono. Ni diez plátanos lo habrían calmado.
Nos explicó que sí devolvían los Altos a Siria, les podían apredear desde allí, y que era imposible.
Su mono saltó como él nos había explicado horas antes que no nos debía de saltar.
Si a alguien le sirve de algo está historia, me alegro. A mí sí me sirvió, y mucho.