A Ana Pastor no le gusta nadie. Montará una candidatura unipersonal con ella como cabeza de lista y tendrá dos votos: el suyo propio y el de su marido (que hará lo que le diga su mujer como hacemos todos).
No sé lo que votará Ana Pastor ni me importa (aunque dudo de que vote algo distinto de su marido, que está directamente implicado en la asesoría mediática de Podemos, por cierto). Aquí no se trata de lo que votará, libremente, una persona, sino de qué tipo de país de mierda tenemos en el que la periodista más famosa es aquella cuyas respuestas de entrevistados no existen porque no les deja elaborar argumentaciones. De hecho, este artículo sólo habla de preguntas y no de respuestas, que es lo que nos interesaría a todos. Cosas de la telebasura, que se ha comido hasta la información política.
Hace mucho tiempo ya que no veo sus basuras con forma de entrevista.
#1 Me parecen buenas preguntas, tal vez el problema sea las que le hace a otros.
por otro lado, no me gustan sus formas, pero eso es lo de menos, aquí lo importante es la información. Lo que sí tengo que decir, es que su programa me parece malo y aburrido a rabiar. En mi opinión no cumple ni por asomo con su planteamiento inicial.
Comentarios
¿Qué tiene que ver lo que pregunte un periodista, que se debe a la información veraz, con lo que vaya a votar bajo su decisión personal?
#2 Más aún, ¿qué importa lo que vote ella?
#2 Yo no ví la entrevista solo he leído los presuntos zasca, que dice la mierda de revista esta.
Y, si son reales, la que queda retratada es la Anita.
Que mierda de comentario es: "A vd. no le van a llamar de Iberdrola", por ejemplo.
Pienso que la Pastor no debería sacar la lengua de donde la tiene habitualmente en algún culo ajeno. Nos ahorrariamos escenas como las descritas.
#2 deberse a la información veraz, conlleva también la independencia y objetividad, y estas no son bases precisamente para preguntas capciosas:
"Revisar el sistema de nombramiento del fiscal general de estado... ¿Eso qué supone? ¿Quién lo va a nombrar, Pablo Iglesias?".
Solemne estupidez.
#3 Acostumbrados a periodistas que sólo hacen su trabajo (medianamente), cuando a quien tiene en frente es "enemigo", se llegan a estas conclusiones.
A Ana Pastor no le gusta nadie. Montará una candidatura unipersonal con ella como cabeza de lista y tendrá dos votos: el suyo propio y el de su marido (que hará lo que le diga su mujer como hacemos todos).
No sé lo que votará Ana Pastor ni me importa (aunque dudo de que vote algo distinto de su marido, que está directamente implicado en la asesoría mediática de Podemos, por cierto). Aquí no se trata de lo que votará, libremente, una persona, sino de qué tipo de país de mierda tenemos en el que la periodista más famosa es aquella cuyas respuestas de entrevistados no existen porque no les deja elaborar argumentaciones. De hecho, este artículo sólo habla de preguntas y no de respuestas, que es lo que nos interesaría a todos. Cosas de la telebasura, que se ha comido hasta la información política.
Hace mucho tiempo ya que no veo sus basuras con forma de entrevista.
Que desagradables son las entrevistas mamporreras de esta tía
#1 Me parecen buenas preguntas, tal vez el problema sea las que le hace a otros.
por otro lado, no me gustan sus formas, pero eso es lo de menos, aquí lo importante es la información. Lo que sí tengo que decir, es que su programa me parece malo y aburrido a rabiar. En mi opinión no cumple ni por asomo con su planteamiento inicial.