¿Quiénes son los amigos iraníes de Vox?

Vox se está esforzando por presentar como legítimas y desinteresadas las donaciones de cierta facción iraní por importe de más de 800.000 euros. Dirigentes como Javier Ortega y Rocío Monasterio han presentado a sus socios iraníes como exiliados anti-radicales, contrarios al extremismo islámico del régimen de Teherán y favorables al antiguo régimen monárquico del Sha. Pero, ¿es así? ¿Quiénes son realmente estos amigos iraníes tan generosos con Vox?

En primer lugar hay que recordar que siempre ha habido conexiones del régimen y de la oposición iraníes con la extrema derecha española. Incluso un jefe nacional de Falange, Gustavo Morales, mantuvo durante muchos años una estrecha vinculación con el régimen. Tanto el régimen como la oposición intentan comprar apoyos políticos en Occidente, siempre en los extremos del espectro político y bajo la mirada complaciente de Rusia.

Respecto a las donaciones a Vox, las informaciones aparecidas en los medios y no desmentidas por los dirigentes de Vox en sus diversas contestaciones a lo publicado mencionan como origen al Consejo Nacional de Resistencia (CNR). ¿Quién es el CNR? Es el brazo político del Mojahedin-e-Khalq (MEK), u Organización de Muyaidines del Pueblo. Muyaidín significa “guerrillero” y el MEK se ha visto incluido en las diversas listas negras de organizaciones terroristas, debido a su apuesta por la lucha armada.

El MEK y por lo tanto el CNR es de origen marxista, combatió al Sha en su momento y es fuertemente islamista, aunque sea políticamente contrario a la actual élite de poder iraní. El MEK ha asesinado a más de una treintena de políticos y otras víctimas. Intentó asesinar a los presidentes Alí Jamenei en 1985 y Mohamed Jatamí en 2000. Durante las décadas de régimen de Saddam Husseín en el vecino Iraq, el MEK y su brazo político CNR tuvieron un amplísimo respaldo político y económico iraquí, lo que explica en parte el gran músculo financiero que aún mantiene el CNR para operaciones como la de España (hay que tener en cuenta que España es sólo uno de los países occidentales en los que el CNR busca comprar alianzas políticas). Según el think tank estadounidense Rand Corporation, estas organizaciones llevan años blanqueándose mediante el ocultamiento de sus elementos marxistas e islamistas para tratar de obtener apoyos en Occidente y salir de las listas negras de organizaciones terroristas, pero su naturaleza sigue siendo la misma.

Obviamente, nada es gratis en este mundo. Los 800.000 euros recibidos por Vox para las elecciones al Parlamento Europeo de 2014… ¿hasta cuánto habrán aumentado después, sofisticándose los mecanismos de cobro para evitar su detección? ¿Cuáles serían las contrapartidas de un Vox que participe en la coalición de gobierno española, especialmente si se hiciera con la cartera de Exteriores? Y, ¿cuáles son los puntos de coincidencia ideológica entre Vox y las facciones islamistas iraníes que apoyan a este partido? Probablemente, el nexo de unión haya que buscarlo en el extremado moralismo conservador que caracteriza tanto al régimen como a la oposición, y que explica el viejo apoyo del primero a los falangistas y el actual de la segunda a Vox.

Si fue preocupante la implicación del régimen en el apoyo a Podemos, igual debe preocuparnos la implicación de los grupos armados de la oposición islamista en la financiación de Vox. Las luchas entre facciones iraníes no pueden trasladarse a la política española apadrinando a formaciones políticas populistas y extremistas, con las inevitables hipotecas y peajes sobre su posible acción de gobierno. En un país donde tan restringida está la financiación de los partidos por parte de empresas normales e incluso de los ciudadanos particulares, llama la atención que se pueda canalizar con tanta facilidad flujos de dinero de dudosa procedencia, vinculados a regímenes totalitarios o a organizaciones armadas. Una vez más, Vox demuestra no ser muy diferente de Podemos.