Aprender a delegar durante el desarrollo empresarial

La creación de un negocio es, ante todo, un proyecto de colaboración. Es muy importante tener esto presente porque, muy a menudo, emprendedores y aspirantes a CEO de su propia empresa comenten el error de pensar que los futuros empleados y trabajadores en nómina necesariamente van a compartir sus intereses, sus objetivos y sus formas de pensar.

Es evidente que trabajar para una empresa supone suscribir su idiosincrasia y, por lo tanto, los objetivos esenciales, que en última instancia son creados por el emprendedor. Sin embargo, hay que comprender qué buscan nuestros empleados al trabajar con nosotros y de qué manera podemos delegar en ellos.

Por mucho que nos gustaría, no somos superhumanos ni podemos abordar absolutamente todos los aspectos esenciales de nuestro negocio. Principalmente porque nos faltan tiempo, conocimiento y recursos.

Ni siquiera un autónomo constituido como empresa puede realizar todo el trabajo a medida que empieza a crecer, y es entonces cuando tiene que contar con colaboradores externos. En el caso de las empresas con trabajadores fijos, es más sencillo estabilizar el negocio con un reparto de roles estable en el tiempo.

Así, la persona a la que contratemos para llevar el departamento de finanzas llevará la cuenta de todos nuestros préstamos personales baratos, de todos nuestros gastos e inversiones, de las ganancias y del ROI, y podremos despreocuparnos de esa faceta.

De igual modo, la agencia a la que contratemos para llevar a cabo la campaña de promoción, o el experto contratado para gestionar todas las estrategias de promoción y publicidad tanto en el ámbito de internet como fuera de él, elaborará las técnicas y los pasos necesarios a seguir para que nuestra empresa sea conocida, y para ahorrar costes más allá del uso esporádico de un comparador de créditos.

La labor del CEO es llevar un control del trabajo y establecer el cumplimiento de unos mínimos. También debe dar luz verde a todos los proyectos durante las reuniones, que deberían llevarse a cabo al menos una vez al mes. Pero debe intentar ser consciente de que, aun siendo la cabeza visible, no es la única pieza fundamental.