Hace 8 años | Por El_Cucaracho a enriquedans.com
Publicado hace 8 años por El_Cucaracho a enriquedans.com

Las tres áreas señaladas como más propiamente humanas en el contexto actual y más difícilmente sustituibles por una hipotética inteligencia artificial desarrollada a tal efecto son las tareas creativas (investigación científica, escritura creativa o creación de empresas), las interacciones sociales (dirección de empresas, liderazgo, ventas, negociación, cuidado de personas, enfermería), y las cuestiones relacionadas con la destreza y movilidad física (limpieza, jardinería, o trabajos que impliquen agilidad y destreza física).

Ferran

Tu trabajo y la sustitución hombre-máquina

Ferran

#0 ¿Qué tal si amplias la entradilla? ¿Lo hago yo?

El_Cucaracho

#2 Por mí perfecto.

Ferran

#3 hecho

AaLiYaH

Menuda cantidad de gilipolleces suelta el guru este por la boca, y lo dice alguien que acaba de terminar un master de Machine Learning...

En serio, pensaba que la fobia a las máquinas la habíamos ya superado con la experiencia de la revolución industrial pero no, hay gente que se dedica a la tecnología (aunque está por ver sus conocimientos, y este señor es un claro ejemplo de falta de ellos) capaces de afirmar las mismas estupideces dos siglos después

Basileos

#4 "¡Qué nos roban los trabajos las máquinas, peguémoles fuego antes de que nos conquisten y seamos sus esclavos!"

Creo que le faltó poner eso para acabar el articulillo.

Robus

¿En "interacciones sociales" es donde van las Robopilinguis? roll

t

Yo es que no veo tanta preocupación y alarma. ¿Que las máquinas consiguen sustituirnos en las tareas mecánicas y repetitivas? ¡De puta madre! Así podemos dedicarnos solamente a las más creativas y satisfactorias. ¿Que resulta que son tan buenas que directamente consiguen sustituirnos en todo, hasta en las tareas creativas? Pues mejor aún, porque podemos dejar a las máquinas que hagan todo el trabajo y hacer únicamente lo que nos apetezca, lo que vendría a ser la utopía hecha realidad.

Y no, no nos vamos a morir de hambre ni nada por el camino. Ahí está la historia, con innumerables revoluciones tecnológicas que, pese a los lamentos de los agoreros de turno, lo único que han supuesto son mejoras en nuestra calidad de vida.