La muerte del presidente de Samsung, Lee Kun-hee, es un asunto de Estado. Su empresa familiar supone un 15% del PIB y un 20% de las exportaciones de Corea. Su vida se vio marcada por el éxito y dos indultos presidenciales tras ser condenado por casos de corrupción. De sus cuatro hijos, tres siguen con vida y optan al control aunque tendrán que hacer frente a un impuesto de sucesiones del 65%. La más pequeña se suicidó cuando su padre se opuso a su matrimonio.
Comentarios
En un vídeo de visualpolitik había visto el tema de la herencia y como lo trataban de mantener con vida. Menudo follón. Que no sea extraño que alguna de la competencia intente ir por Samsung (el chaebol que es mucho más grande)
"La más pequeña se suicidó cuando su padre se opuso a su matrimonio."
Un buen padre por lo que veo....
Y buen empresario "dos indultos presidenciales tras ser condenado por casos de corrupción", auténtico capitalista.