“El entrenador me echaba y me decía que no quería verme más”. Antes de llegar a coronarse como el nº1 del mundo, Roger Federer era conocido por dos cosas: su excepcional talento y su pésima actitud. Engreído, irritable y poco tolerante, el suizo recién cambió su actitud cuando se vio expuesto ante el mundo entero.
Comentarios
¿Dónde está Herodes cuando se le necesita?
#1 chupando banquillo
algo traumatico le tuvo que pasar porque ahora parece el yerno perfecto.. y lo es !!!
#3 ¿eres muher?