Después de que la réplica en piel de Demna Gvaslia de la bolsa FRAKTA de IKEA revolucionase a la opinión pública; uno de los diseñadores más inspirados por la cultura pop, Jeremy Scott, acaba de poner a la venta el último diseño imposible para Moschino, el vestido bolsa-de-lavandería, una prenda que eleva las transparencias al máximo exponente y las lleva al terreno más costumbrista: el de una bolsa de plástico larga, con el mensaje “WE ❤️ OUR COSTUMERS” (Amamos a nuestros clientes) sólo capaz de tapar la desnudez a la altura de los hombros.
Comentarios
El mundo de la moda o cómo sacarse un moco y ganar dinero.
Por cierto #0 igual va mejor en ggilipolleces
#1 Esto tiene que ser conocido por todo el mundo, no únicamente por los aficionados al sub de gilipolleces (es tan, tan de gilipollas que no se puede restringir)
Ideal para Sevilla en verano
#2 Todo el mundo debería pasar por el sub gilipolleces, que por cierto fue una muestra de gusto creada por #1
#2 #1 Pues a mi el concepto de la percha me parece que puede funcionar con el gorro de papel albal
#4 MMmm... No se yo; por una parte el gorro te aísla de las ondas, pero por otro la percha sirve de antena para captarlas.
#6 Know your enemy
#6 Pero el plástico de la bolsa protege de los chemtrails.
#1 Al mundo de la música le pasa igual. Puedes sacar un mojón de canción reggetonera y vivir toda la vida de ella.
Pues como impermeable tropical me parece de lo mas creativo.
#8 También si para que la gente escrupulosa pueda copular tranquilamente.
Todas las marcas de lujo sacan modelos "locos" que saben que no va a comprar nadie, pero epatan, crean imagen de marca. Luego se forran vendiendo foulards a doscientos euros.