Provocar un sobresalto en el espectador es una de las técnicas más antiguas del cine de terror. Son los llamados sustos o 'Jumpscares'. Un recurso útil pero ¿hasta qué punto? ¿Cuándo deja de ser algo magistral para convertir una película en una atracción?
Comentarios
#0 AEDE.
#1 joer, que susto me has dado
#2 ¿Por?
#3 por las mayúsculas