...decidimos salir a dar una vuelta y cuando llegamos a la esquina del Mayhem nos besamos, y entonces un chico que había cerca, abrigado por su grupo, nos invitó amablemente a que dejaremos de besarnos y que nos fuéramos a otro lugar, fuera de su visibilidad, mejor si era a nuestra propia casa.
La actitud de una sóla persona no descalifica a toda una ciudad o un colectivo. Puedes ir por la zona "rosa" del Barrio del Carmen y ver bares donde homos, heteros, lesbis y trans conviven y se respetan sin problemas. Jamás he tenido un sólo problema con ellas o ellos, salvo los típicos de mal entendidos graciosos típicos de noche de copas.
Negativo por insultar.
Es como si fuera a cualquier ciudad y por una única mala experiencia decidiera llamar puta a esa ciudad. No me gustaría encontrar que dicen de mi ciudad lo mismo por solo un caso.
Y luego que no nos gusta que nos definan en una sola palabra.
Después de que nos invitaran a un cubata y un chupito para saludar a un nudista urbano que tenía un gran parecido físico con Enrique Morera, decidimos salir a dar una vuelta y cuando llegamos al lado del Mayhem nos besamos, y entonces un chaval que estaba cerca, abrigado por su grupo, nos invitó amablemente a que dejásemos de besarnos y que nos fuéramos a otro sitio, fuera de su visibilidad, mejor si era en nuestra propia casa. [Seguro que lo habeis escuchado alguna vez: "No, si jo lo respeto (huye cuando alguien comience con estas), que cada cual haga lo que quiera, pero en su casa, no en público ..."] Volvimos a entrar al Mayhem porqué no queríamos que se complicara la cosa y que aquel mono nos jodiera la verbena de San Juan que, francamente, estaba siendo de lo más agradable. Entendimos que, incluso estando en las cercanías de una casa okupa, esta estaba muy cerca de la Malva, una playa que, como sabéis, esta llena hasta los topes la noche de San Juan, haciendo que por estadística, el nombre de babuinos reaccionarios se incrementara considerablemente. Así que, aunque con la mosca detrás de la oreja, continuamos disfrutando de la noche dentro del Mayhem considerando aquello como un hecho desafortunado pero aislado.
Pero la cosa no acabó ahí. Una vez decidimos volver a casa, muy cerquita del Mayhem (no se como traducirlo correctamente) y solo por ir cogidos de la mano, otro babuino intolerante nos saludó cordialmente con un amistoso "Maricones de mierda". Leitmotiv ya no pudo más y se vió obligado, con la dignidad a flor de piel por el anterior ataque, a encararse con él y preguntarle porqué tenía que habernos dicho eso sin nosotros haberle hecho nada. La cosa se puso muy tensa con gritos, amenazas, intentos de violencia física y una sensación de rabia que aún nos sube desde el diafragma cuando lo recordamos, y todo por una simple muestra de afecto.
Nos supo muy mal mezclar - o, más bien, confrontar - una cosa tan bonita como es el amor con otras tan feas como el odio o la violencia (de cualquier tipo). Me gustaría que todos estos ataques se pudieran combatir de una forma tan fácil como la que le ensenó aquel viejo y sabio gay llamado Bobo a Burroughs en “Queer”: «(…) vivir llevando el propio yugo con orgullo a la vista de todos, conquistando los prejuicios y la ignorancia y el odio con conocimiento, sinceridad y amor. Y delante de la amenaza de una presencia hostil, emitir una espesa nube de amor como un rayo de tinta de pulpo» o dicho de otra manera, galvanizar las conciencias inanimadas con esporas de amor o, dicho de otro forma, homófobos atados de manos y pies en un descampado recibiendo en la cara un rayo de lefa a presión mientras el alba rompe eléctrica.
Es suficiente encasillante comprobar que en la ciudad - previamente idealizada como paraíso del anonimato después de padecer en el pueblo censuras de bodas gays y otras muestras bien cercanas de tole-rancia -, donde no podemos caminar tranquilamente cogidos de la mano de un supra-amigo fuera del ambiente o de los lugares declarados "gay-friendly: Comprobar por uno mismo que la ciudad también puede ser un entorno hostil.
Pues pensaba leerla. Pero no entiendo el idioma en el que escribe.
Si lo que pretendía era dar difusión a un hecho presuntamente repudiable, podía haber añadido más abajo la traducción a una lengua que tenga más difusión, y así al menos una lectura de su relato tendría.
Comentarios
La actitud de una sóla persona no descalifica a toda una ciudad o un colectivo. Puedes ir por la zona "rosa" del Barrio del Carmen y ver bares donde homos, heteros, lesbis y trans conviven y se respetan sin problemas. Jamás he tenido un sólo problema con ellas o ellos, salvo los típicos de mal entendidos graciosos típicos de noche de copas.
Negativo por insultar.
#1 No te lo tomes tan en serio, que viene de una canción:
#2 Y estan al contrario, porque esta en valenciano.
¿Por qué están los acentos al contrario?
Es como si fuera a cualquier ciudad y por una única mala experiencia decidiera llamar puta a esa ciudad. No me gustaría encontrar que dicen de mi ciudad lo mismo por solo un caso.
Y luego que no nos gusta que nos definan en una sola palabra.
#3, #5, #7 Que es irónico, xè
#8 Todavía no se porque pones los acentos al contrario.
#8 entonces te pido disculpas, positivo para compensar
Os la traduzco que está muy bien:
Espesas nubes de amor con rayos de tinta de pulpo
Después de que nos invitaran a un cubata y un chupito para saludar a un nudista urbano que tenía un gran parecido físico con Enrique Morera, decidimos salir a dar una vuelta y cuando llegamos al lado del Mayhem nos besamos, y entonces un chaval que estaba cerca, abrigado por su grupo, nos invitó amablemente a que dejásemos de besarnos y que nos fuéramos a otro sitio, fuera de su visibilidad, mejor si era en nuestra propia casa. [Seguro que lo habeis escuchado alguna vez: "No, si jo lo respeto (huye cuando alguien comience con estas), que cada cual haga lo que quiera, pero en su casa, no en público ..."] Volvimos a entrar al Mayhem porqué no queríamos que se complicara la cosa y que aquel mono nos jodiera la verbena de San Juan que, francamente, estaba siendo de lo más agradable. Entendimos que, incluso estando en las cercanías de una casa okupa, esta estaba muy cerca de la Malva, una playa que, como sabéis, esta llena hasta los topes la noche de San Juan, haciendo que por estadística, el nombre de babuinos reaccionarios se incrementara considerablemente. Así que, aunque con la mosca detrás de la oreja, continuamos disfrutando de la noche dentro del Mayhem considerando aquello como un hecho desafortunado pero aislado.
Pero la cosa no acabó ahí. Una vez decidimos volver a casa, muy cerquita del Mayhem (no se como traducirlo correctamente) y solo por ir cogidos de la mano, otro babuino intolerante nos saludó cordialmente con un amistoso "Maricones de mierda". Leitmotiv ya no pudo más y se vió obligado, con la dignidad a flor de piel por el anterior ataque, a encararse con él y preguntarle porqué tenía que habernos dicho eso sin nosotros haberle hecho nada. La cosa se puso muy tensa con gritos, amenazas, intentos de violencia física y una sensación de rabia que aún nos sube desde el diafragma cuando lo recordamos, y todo por una simple muestra de afecto.
Nos supo muy mal mezclar - o, más bien, confrontar - una cosa tan bonita como es el amor con otras tan feas como el odio o la violencia (de cualquier tipo). Me gustaría que todos estos ataques se pudieran combatir de una forma tan fácil como la que le ensenó aquel viejo y sabio gay llamado Bobo a Burroughs en “Queer”: «(…) vivir llevando el propio yugo con orgullo a la vista de todos, conquistando los prejuicios y la ignorancia y el odio con conocimiento, sinceridad y amor. Y delante de la amenaza de una presencia hostil, emitir una espesa nube de amor como un rayo de tinta de pulpo» o dicho de otra manera, galvanizar las conciencias inanimadas con esporas de amor o, dicho de otro forma, homófobos atados de manos y pies en un descampado recibiendo en la cara un rayo de lefa a presión mientras el alba rompe eléctrica.
Es suficiente encasillante comprobar que en la ciudad - previamente idealizada como paraíso del anonimato después de padecer en el pueblo censuras de bodas gays y otras muestras bien cercanas de tole-rancia -, donde no podemos caminar tranquilamente cogidos de la mano de un supra-amigo fuera del ambiente o de los lugares declarados "gay-friendly: Comprobar por uno mismo que la ciudad también puede ser un entorno hostil.
#0 Tú mismo te descalificas.
Vamos a ver #0
Eres un ignorante, un ignorante muy grande
¿Cómo tienes el valor de llamar puta homófoba a toda una ciudad?
¿Unos cuantos individuos, igual de ignorantes que tú te increpan y la tomas con todos?
Pues pensaba leerla. Pero no entiendo el idioma en el que escribe.
Si lo que pretendía era dar difusión a un hecho presuntamente repudiable, podía haber añadido más abajo la traducción a una lengua que tenga más difusión, y así al menos una lectura de su relato tendría.
Así es como si no hubiera pasado nada.
Te has adelantado por poco, gracias.
Gay y encima valencianohablante. Habrase visto. No tienes derecho a nada!!!