La Falange celebró su acto político en el edificio de la Diputación de Álava, el mismo edificio que en el año 36 los fascistas tomaron por la fuerza, apresando y fusilando al Diputado General de Izquierda Republicana. Podría haberse esperado, de parte de quienes se consideran herederos del Frente Popular que enfrentó el alzamiento fascista mediante las armas, algún tipo de preocupación o condena por que un partido abiertamente fascista pueda celebrar, sin oposición institucional o judicial, su acto de exaltación franquista.