Acoso, humillación, imágenes íntimas filtradas en redes sociales con miles de usuarios, deepfakes sexuales violentos, violencia asistida por Alexa. La tecnología facilita la violencia sexual contra las mujeres. El odio es el mismo, las herramientas para defenderse de él, no. La imagen parece real y muestra una niña de apenas seis o siete años, sonriendo divertida con un sombrero de vaquera y juguetes al fondo. “La hija de mi prima, ¿si? ¿No? ¿Por dónde?”. Algunos usuarios se quejan de la edad. “Hola, ¿la presentas?”, contesta otro.