El caballo, como animal intrínsecamente ligado a la historia, la geografía y la identidad cultural argentina. Desde el gaucho, los granaderos a caballo, los malones indígenas de tiempos pretéritos hasta el polo en nuestros días, ha sido un motivo recurrente y significativo para numerosos artistas nacionales en distintas disciplinas. No es raro por ello que aparezca, como protagonista o elemento, en la pintura costumbrista y figurativa como exaltación de lo tradicional, integrante del paisaje y/o elemento de identidad nacional.