Se llamaba Charles Joughin y era de Liverpool. Aquel 14 de abril de 1912, y tras constatar que el impacto con el iceberg había resultado letal para el barco, subió a cubierta y se dedicó a lanzar al agua las sillas y las hamacas para que los que habían caído al océano tuvieran donde aferrarse. Tras esa accción útil y valiente el panadero se agarró una cogorza de whisky de proporciones bíblicas. Tan bíblicas que se produjo el milagro: el alcohol en el cuerpo de Charles operó como anticongelante.
Comentarios
Supongo que no valdrá con cerveza... así que voy a por un par de botellas de Jameson antes de que suba de precio
#0 Simpática historia. Pero no debías haberla puesto en "actualidad, sucesos" mejor cámbiala a "historia" o "curiosidades". Algo que ocurrió en 1912 no debe figurar en actualidad. Supongo que lo entiendes
Ok "ocio, blogs".
Me parece un historia preciosa, cupaos esa astemios!!
Está muriendo mas gente por esta crisis que la que murió en el Titanic, así que no, con un par de whiskys no será suficiente.
El titular parece los destacados de las noticias de Antena 3.