Hace 15 años | Por --74154-- a eleconomista.es
Publicado hace 15 años por --74154-- a eleconomista.es

c&p:Pacific Investment Management Co (Pimco), que administra el mayor fondo de bonos del mundo, cree que la economía mundial encara una "segunda ola" de problemas a menos que los gobiernos adopten planes de gasto mayores. "Cualquier caída adicional en los precios de la vivienda podría acelerar la crisis, intensificar la retroalimentación perniciosa y probablemente llevar a una segunda ola en la crisis financiera en los próximos seis a 12 meses"

Comentarios

Kartoffel

C-C-COMBOBREAKER!!!1

Tumbadito

#5 tu comentario no tiene nada que ver con esta noticia, si querés contestarle, los japoneses inventaron algo que se llama blog.

D

#2 Como si lo estuviera viendo, ya está el graciosillo de la rima con Pimco

D

#2
Ma'matao

D

ELLOS son los problemas.

PepeMiaja

#2: Desgraciadamente, he visto elige-espanol-homofobo-del-ano#comment-23 después de que el tema se cerrase. Descartada la opción de no contestar, porque algunas cosas verdaderamente lo exigen, y la de hacerlo sólo a éstas últimas a través de otra vía como el Nótame (pues podría ser que no lo vieses, y parecería –dada la limitación de caracteres– que en lo demás admito tus fantasías como ciertas), he optado por ejercer mi derecho de réplica aquí, ya que esta noticia no ha tenido una repercusión tal como para pensar que muchos terceros puedan llegar hasta aquí a estas alturas, y donde a nadie molesto.

Dicha contestación es lo que sigue:

Yo no recuerdo el episodio que citas. Puede ser que te confundas de persona o que mi memoria no sea omnímoda, pero no es tan mala: me da para apostar que, en todo caso, no debió de resultar tan transcendente, ni en la calidad de tu perorata ni en la extensión de aquel, como quieres que se infiera con eso de la “paciencia”, y tal.

Y en cuanto a tu preocupación, yo te lo explico: si en un diálogo rápido e informal como los que se suelen producir en los comentarios de menéame y la inmensa mayoría de los sites 2.0, alguien escribe una serie de preguntas concatenadas, el lector se imagina que las está haciendo de un modo continuado y rápido, mientras que, si las separa con puntos la percepción que se da es que quien escribe quiere hacer unas pausas mucho más profundas aún que si lo hiciese con comas, y que le da, consiguientemente, un tono más enfático. Aunque no sea el caso concreto que motivó tu preocupación, para mí se demuestra que, en según qué ambientes, esa norma de puntuación, y algunas otras, admiten interpretaciones, excepciones e incluso innovaciones (la misma R.A.E. siempre ha sido y es permeable a tragarse sus propios arbitrios si la sociedad adopta una determinada práctica como útil). Sucede como el cerrar una frase con más exclamaciones de aquellas con las que se abrió (adivina quién lo hizo, y eso que no me puse a revisar todos los comentarios de la misma autoría, que yo no soy un tiquismiquis como otros), o tantas y tantas licencias que, para mejor comprensión de lo que se trata de decir y del tono de quien lo dice, usamos todos en Internet, incluso dentro de un lenguaje correcto y sin faltas.

De modo que me declaro ignorante de por qué la Academia de la Lengua decidió algún día la supresión de los puntos después de las interrogaciones (quizás fuese el gracioso hecho de que la interrogación contiene un punto), pero resulta una norma a mi modesto entender contraproducente y caprichosa esa de que, en determinados casos, los puntos hay que imaginárselos y sobreentenderlos. No la pienso seguir más que cuando sea necesario (y lo digo sin efervescencia hormonal alguna de esa que te gusta ver), y yo de ti no estaría muy seguro de no llegar a ver con los ojos propios el día en que se abrogue.

Sí que es curioso que digas que quien obre como yo demuestra no haber tenido oportunidad de acceder a la educación más elemental. Incluso poniéndonos en el caso de que mi acción fuese involuntaria (y aunque no por esto voy a empezar a dar aquí datos personales), tengo (siendo una mínima parte de lo inmodesto que tú te has demostrado) demasiadas edad, titulaciones y experiencia mediática como para poder aquilatar la relevancia de esa regla, y te puedo asegurar que es completamente desconocida, en ambos sentidos usuales del participio.

En cuanto a tu invento del machismo, veo que huyes cobardemente de mi petición (como también lo haces de contestar casi todo lo relevante que digo en mis posts anteriores de Elige al español homófobo del año

Hace 15 años | Por troll a ambienteg.com
), de modo que te tengo que llamar mentiroso: en ningún momento escribí nada que directa o insinuantemente, pueda recordar ni remotamente a eso, y ahí están los textos para cualquiera que lo quiera comprobar. Sencillamente, no sabías cómo contestarme y no tuviste empacho en aprovechar que uno de los usuarios que me llevaba la contraria era chica para fabricar esa calumnia de la nada, lo que en todo caso diría más de tu sexismo paranoico que otra cosa. Resulta tan miserable como patético.

Por cierto, que si el menda fuese un machista, no veo cómo ésta supuesta actitud se podría ver “agravada”, con eso que describes como “la actitud infantiloide de…”. A eso lo llamo yo juntar el culo con las témporas. Pero, claro, querías que te saliese un texto primoroso y llamativo, y la mínima racionalidad del mensaje era lo secundario, cual le acontece con algún sedicente escritor español de nuestros días. Lo mismo te sucede al relacionar la “madurez” y la corrección de supuestos defectos, pues es obvio que la sensatez y la aprehensión de datos son cosas muy distintas. Y hablando de recursos estilísticos que no lo son, si lo que pretendes es que advierta una supuesta disfunción (que no “disonancia”, por cierto) “cognitiva” propia, difícilmente eso se podrá producir si miro al “horizonte”: eres mejor fabricando bulos que metáforas. Y enlazando ambas mendacidades tuyas, la del machismo y la de los problemas cognitivos, ya me explicarás cómo es posible que aquel sea causa de éstos, y no al revés, ya que, en tal caso, ese inopinado post tuyo vendría a poner en solfa toda lógica psiquiátrica, que va a ser que no.

Cualquier hipotético observador que hubiera leído hasta aquí ya se podría ir haciendo una idea de cuáles son los traumas personales que te afectan, pero aún nos faltan frases preciosamente indicativas en tu post, como esa de “merecen toda nuestra comprensión”, o las de “no te preocupes por agradecérmelo” o “mayor perspectiva y de un superior estamento intelectual” (dicha esta última de ti mismo, sin aclararnos cómo funciona ese supuesto sistema “estamental” -¿querrías decir “estatus”?-). Tu vanidad y engolamiento son tan descarados que bien podría pensar aquel observador que realmente no eres tan patéticamente digno de lástima, y que se trata de una ironía, pero en este último caso sólo tendría sentido hacerla sobre alguien que se caracterizase por ser un ridículo ególatra y creído, y, a la vista está en todos los posts, que ese no es mi caso. Más bien parece que, al igual que en el tema del machismo, pretendes dar por hecho algo de todo punto inexistente con el sencillo fin de crearlo, técnica manipulativa más detectable de lo que parece creías.

En cuanto a mi frase sobre las noticias de menéame en las que “el meneante no sólo no copia y pega titular y subtitular de la original, sino expresa sus opiniones más subjetivas”, en ningún momento estaba tratando de justificar una infracción propia, en la que creía y creo que jamás he caído, por el mero hecho de que estuviese más o menos generalizada, sino de hacer ver que la interpretación maximalista y delirante que algunos hacéis de la norma en cuestión no se corresponde en absoluto con la abrumadora realidad, lo cual, salvo que los administradores se comporten usando doble rasero en función de sus antipatías personales, demuestra que tengo razón en mi postura de negar que menéame sea un simple agregador manual de noticias.

En el fondo, y visto con perspectiva, todo ese post tuyo en el que mezclas supuestos fallos míos con el uso churrigueresco de frases que te hace caer en reales y ridículos errores en las mismas, y de palabras y expresiones afectadas y petulantes, no sólo se puede explicar por tu probable intento explicado dos párrafos más arriba, sino también por tu prurito de comparar nuestras dicciones, en un ejemplo de ese aforismo de “dime de lo que presumes…” que no me sorprende en absoluto, dada tu trayectoria en tal sentido (sin perjuicio de algunos comentarios más lúcidos –y otros todo lo contrario–, que no voy a dejar de reconocerte has hecho en otras noticias, aunque tu obcecación te impida cualquier ejercicio de ponderación semejante). He ahí mi diagnóstico para alguien demasiado acostumbrado a darlos arbitristas.

Sería un placer continuar esta u otras discusiones, pero cuando madures y dejes de calumniar sobre determinadas cuestiones serias, que esto último ya excede de los juegos florales.