Hace 10 años | Por anarkito a agenciasinc.es
Publicado hace 10 años por anarkito a agenciasinc.es

Por muy mal que se comportara, Tony Soprano siempre será el mafioso más atractivo para millones de espectadores. Desde la pantalla y las páginas de una novela, personajes a los que juzgaríamos inmorales en la vida real nos causan simpatía. Mª José Alcaraz, de la Universidad de Murcia, estudia cómo las cualidades estéticas de una obra artística influyen en la reacción emocional y moral del espectador.

Comentarios

D

en españa debe de ser porque es un estafador ,corrupto o sinverguenza ..

yoma

Si, a mi Jack el destripador me cae de maravilla.

Mandos

Porque a veces el prota es tan aostiable que cualquiera que le haga putadas tiene que caer bien por narices

kikuyo

No es tan sencillo: depende del malo.

Minipunk

Por empatia, es el que más planos chupa, por lo que empatizamos más y nos ponemos en su piel.

D

En el artículo se va a los malos "fáciles" aquellos que son más reales y con los que normalmente no se podría simpatizar. Supongo que en gran parte tiene que ver con que nos acerca al personaje. Si hicieran una película de la vida de muchos asesinos en serie centrándose en ellos como persona, seguramente muchos se ganarían la simpatía del público.

Muchos de los criminales más retorcidos tienen traumas, han sido maltratados, violados, muchos han sido ridiculizados por sus propios padres vistiéndolos de mujer, al final tampoco es sorprendente que terminen siendo un desastre de persona.

Se suele olvidar que vivimos nuestras circunstancias, si nacemos en una época donde los padres eligen con quienes se casan sus hijos, poco tendríamos que objetar, y hasta nos parecería lo "normal".