EP El Museo del Prado está investigando el paradero de 926 obras catalogadas pero no localizadas, según reveló el informe del Tribunal de Cuentas del año 2005. Por su parte, fuentes del Museo del Prado consultadas por Europa Press evitaron hacer ninguna declaración respecto a las investigaciones que se están realizando o sobre la cuantía de obras no localizadas y se remitieron a las declaraciones del presidente del Tribunal de Cuentas.
"Los primeros informes corroboraron que había obras dispersas en otros centros de las que se desconocía su paradero real. Por esta razón la Fiscalía abrió una investigación especial en la que intervino la Policía Judicial. Según recuerda Mercedes Orihuela, que fue designada entonces por el museo para participar en el equipo de esta investigación, aquella intervención de la Fiscalía abrió el camino para el control del inventario y la localización de obras.
“Patrimonio de la nación”
En las primeras intervenciones se acreditó que 590 obras podían darse por perdidas, aunque el trabajo de revisión del inventario continuaría varios años. La Fiscalía General del Estado llamó la atención sobre la falta de control padecida durante años sobre las obras depositadas en otras instituciones. El fiscal, para apoyar su actuación, recordó las palabras de Alfonso E. Pérez Sánchez, quien llegó a ser posteriormente director del Museo del Prado de 1983 a 1991, cuando se quejaba en un libro de 1977 del descontrol sobre unos lienzos “que eran, todos, patrimonio de la nación y muchas veces obras de interés objetivo considerable”. La investigación de la Fiscalía en 1979 dio como resultado en sus primeras pesquisas localizar una Purísima de Carreño que había sido depositada en el Asilo de Cigarreras en Madrid y que apareció en la maternidad de la calle O’Donnell de la capital. También localizó un Tiziano en Sabadell. En 1980 el fiscal general afirmó que la investigación no podría cerrarse definitivamente hasta que no se acreditara “cuál es exactamente el patrimonio del Museo del Prado” y sentenció en la memoria anual que “el museo debe saber lo que tiene y dónde lo tiene”. En aquel momento las obras que se consideraban perdidas ascendían ya a 1.046 y estaban pendientes de localización otras 379. La Fiscalía no encontró entonces responsabilidades penales y esperaba cerrar provisionalmente el expediente con la salvedad hecha de que el trabajo que debía continuar en el Museo de puesta al día del inventario no obligara a su reapertura."
"Novecientas veintiséis obras del Museo del Prado no aparecen. El dato se ha hecho oficial en una fiscalización del Tribunal de Cuentas. Este organismo, a su vez, ha puesto el asunto en manos de la Fiscalía General del Estado para depurar posibles responsabilidades penales. Detrás se encuentra una historia en la que se mezclan guerras, revoluciones, incendios, extravíos por ignorancia y la tentación de sacar a la venta algunas de ellas en el mercado del arte. Algunas han aparecido y vuelven al control del Prado.
El Tribunal de Cuentas ha remitido al Congreso de los Diputados el informe sobre la fiscalización del Museo del Prado correspondiente al ejercicio de 2005. El Parlamento no ha estudiado aún este informe que fue aprobado por el pleno del Tribunal de Cuentas el pasado mes de octubre. En este documento se relata el análisis realizado sobre los procedimientos aplicados por el museo en la gestión y control de las obras de arte y se da cuenta de que “dentro del conjunto de obras catalogadas cuya titularidad corresponde al museo había un total de 926 cuya existencia y titularidad se conocen por medio de los inventarios históricos, pero se ignoraba su localización Esta situación ha tenido como consecuencia que la Fiscalía del Tribunal de Cuentas haya puesto en manos de la Fiscalía General del Estado el asunto para depurar las posibles responsabilidades penales, como aparece reflejado en la memoria de esta última. Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado no se ha dirigido al Museo del Prado para recabar más información ni ha designado un fiscal para el caso.
Aunque es inútil hacer una valoración de las obras que no se logran localizar, baste decir que hace años una de las que se creía perdida tuvo un precio de salida en una subasta de 27.000 euros. Lienzos de autores incluidos en el listado de obras que no aparecen, como Carlos de Haes, han alcanzado precios de entre 20.000 y 45.000 euros en subastas recientes. De otros no se encuentra apenas obra a la venta en el mercado, por lo que, por su excepcionalidad, la valoración es más difícil. Por ejemplo, no se localiza una obra de Casado del Alisal, que es el autor del gran óleo que decora el salón de plenos del Congreso de los Diputados, que representa el juramento de las Cortes de 1810 en la Iglesia Mayor de San Fernando (Cádiz) y uno de los pintores encargados de decorar la basílica de San Francisco el Grande en Madrid.
En la institución a cuyo frente se encuentra el fiscal general Cándido Conde- Pumpido han constatado que en 1978 se iniciaron unas actuaciones sobre un conjunto de obras del Museo del Prado que no estaban localizadas. La investigación de la Fiscalía en esos años, que contó con la colaboración del Museo del Prado, supuso la revisión del inventario y la localización de las primeras obras. El asunto quedó pendiente en 1980 de que finalizara el trabajo de revisión del inventario y de localización de obras. Treinta años después, la culminación de los trabajos ha llevado a cerrar prácticamente una cifra de 926 obras sin localizar, lo que ha provocado que el Tribunal de Cuentas traslade el caso a la Fiscalía General del Estado.
Inventarios e informática
Estas 926 obras se refieren a 2007, ya que el sistema informático que gestiona el inventario no ofrecía la posibilidad de agrupar las obras no localizadas hasta ese año. Según consta en los inventarios, la mayoría de las obras en paradero desconocido forman parte de aquellas que el Museo del Prado mantenía depositadas en otros museos e instituciones. También hay un porcentaje importante de obras que desaparecieron durante acontecimientos bélicos e incendios, aunque no se ha podido certificar de forma fehaciente su destrucción. Finalmente, otra parte de estas obras consta en los inventarios de colecciones como la del Museo de la Trinidad, que se adscribieron al Prado, aunque no existe constancia de que la mayoría de esas obras llegaran a ingresar efectivamente en el Prado, según explican los responsables de este museo a Tiempo.
La colección del Museo del Prado está formada por aproximadamente 7.600 pinturas, 1.000 esculturas, 3.000 estampas y 6.400 dibujos. De ellas, alrededor de 3.100 obras, sobre todo pinturas y esculturas, forman parte del llamado Prado disperso, en depósito en otras instituciones y museos. Pero ni los incendios ni las guerras explican bien todas las desapariciones. En 1915 se produjo un incendio en el edificio del Tribunal Supremo y el Colegio de Abogados de Madrid donde resultaron quemadas o perdidas 51 pinturas de las 106 que el Museo del Prado tenía depositadas en ese edificio. Casi 80 años después, en 1994, una de las obras que se creía convertida en cenizas en el incendio fue descubierta en el catálogo extraordinario de Navidad de la sala de subastas Durán, de Madrid, con un precio de salida de 4,5 millones de pesetas. Se trataba de Abraham y los tres ángeles del pintor del siglo XVII Juan Antonio de Frías y Escalante. La policía requisó el cuadro, que fue devuelto al Museo del Prado.
Indemnizaciones
En algunos casos, el Estado ha indemnizado al dueño con el precio de salida de subasta, al considerar que se trata de compradores de buena fe muchos años después de la desaparición de los lienzos. De hecho, había referencias de que había aparecido en el mercado madrileño en 1970. Otra pintura que figuraba como desaparecida en ese incendio, El rey godo Alarico, de Carlos María Esquivel, fue localizada en 2003 en los almacenes del Museo de Segovia y hoy se encuentra expuesta en el Congreso de los Diputados en Madrid desde 2006. También se encontraba desaparecido El arco del rey Casto, de José Uría, de 1887.
El cuadro había desaparecido del Gobierno Civil de Barcelona donde estaba depositado desde 1904 y apareció en una casa de subastas en 1980. Hoy se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo. En el caso de la desaparición del cuadro Port de Barcelona, del pintor Eliseu Meifrén, constaba que se trataba, directamente, de un robo. La pintura se encontraba depositada en un museo de Cádiz y fue sustraída en 1975. El Museo del Prado lo denunció a la policía y se reclamó la obra tras aparecer en un anticuario. Sin embargo, no tuvo éxito, ya que el propietario argumentó que se trataba de otro cuadro. Curiosamente la obra fue comprada por la Autoridad Portuaria de Barcelona. Más recientemente, en junio de 2006, se localizó en la casa de subastas Segre La vuelta a la patria, un cuadro de Antonio Caula que se encontraba depositado en el Palacio Real de Madrid desde diciembre de 1882 y que había desaparecido. La pintura vuelve a colgar de las paredes del Palacio de Oriente desde el mes siguiente a su recuperación, para lo que el Museo del Prado indemnizó a la propietaria.
Hoy cuelga en una de los estancias privadas del Palacio Real, en lo que fueron los aposentos de la reina María Cristina. De todas formas, la responsable del control de depósitos, Mercedes Orihue la, explica que los casos de obras perdidas que han terminado siendo puestas a la venta son muy excepcionales. Orihuela, autora también del inventario oficial publicado por el museo, ya participó en las investigaciones de la Fiscalía de 1978. El Prado ha ido localizando obras que se encontraban depositadas en museos y otras instituciones. En ocasiones, las entidades que los tenían en sus manos olvidaban que se trataba de obras que eran del Museo del Prado y las trasladaban o se deshacían de ellas. Así ocurrió probablemente con un bodegón de Bartolomé Montalvo, uno de los pocos pintores españoles de los que colgaban bodegones en el Prado en el siglo XIX, que desapareció de Córdoba, donde estaba depositado, y se localizó en una subasta en Londres.
Parece que el director del centro, poco consciente de la importancia del mismo, le dijo al personal del centro que se llevaran lo que quisieran poco antes de ser derribado el edificio que albergaba el cuadro. Al aparecer en la subasta El Prado realizó una denuncia policial y se abrió un expediente por exportación ilegal. En este caso, el propietario renunció a la indemnización. Aun así, la lista de obras desaparecidas es amplia y los responsables del museo creen que ya se recuperarán pocas de ellas. El hecho de que haya obras sin localizar “tiene que ver más con la historia del museo que con la gestión”, señala la coordinadora general de conservación, Judith Ara, en referencia a los avatares derivados del aluvión de colecciones que forman el Prado actual y a los sucesos históricos que han hecho mella en sus fondos.
Revisiones periódicas
El Museo del Prado realiza revisiones periódicas de las obras depositadas en otras instituciones. De esta manera, ha logrado que poco a poco aparezcan algunas obras que no se conseguían localizar. La continua revisión de sus almacenes ha conseguido la localización de obras que constaban en los inventarios del antiguo Museo de la Trinidad. También se les pide a las instituciones un plan museográfico que garantice que aquellas obras que se encuentren en lugares poco visibles al público tengan un régimen de visitas. Además, dentro de poco se inaugurará un nuevo centro de gestión de depósitos, que se instalará en la Casa de los Águila, en Ávila.
También se han realizado otras gestiones como un acuerdo de colaboración con el Museo Nacional de Arte de Cataluña para que éste contribuya al control de los depósitos del Museo del Prado en instituciones y museos de Cataluña. Respecto a la investigación de la Fiscalía en 1978, ésta se inició por la presentación de una denuncia en la Fiscalía General del Estado por la supuesta desaparición de fondos del Museo del Prado tras aparecer las primeras noticias confusas sobre un alto número de obras sin localizar.
#7 Leete la noticia (antigua) de #5 y #6 y veras como lo que falta es una acumulación de obras que figuraban en los ctalogos de principios del s. XX que se descubrió su inexistencia con la informatización del catalogo, muchas de ellas estaban cedidas a otras instituciones, no cuadros que estaban colgados al público (de hecho la gran mayoría de las obras del prado no están expuestas). Una noticia que no deja de ser interesante pero que si se la da un toque amarillista ponemos el grito en el cielo.
#20 Todo lo contrario ahora se sabe que obras catalogadas faltan, (se sospechaba de ello hace más de 30 años) gracias a los becarios que lo digitalizaron.
"Novecientas veintiséis obras del Museo del Prado no aparecen. El dato se ha hecho oficial en una fiscalización del Tribunal de Cuentas. Este organismo, a su vez, ha puesto el asunto en manos de la Fiscalía General del Estado para depurar posibles responsabilidades penales. Detrás se encuentra una historia en la que se mezclan guerras, revoluciones, incendios, extravíos por ignorancia y la tentación de sacar a la venta algunas de ellas en el mercado del arte. Algunas han aparecido y vuelven al control del Prado.
El Tribunal de Cuentas ha remitido al Congreso de los Diputados el informe sobre la fiscalización del Museo del Prado correspondiente al ejercicio de 2005. El Parlamento no ha estudiado aún este informe que fue aprobado por el pleno del Tribunal de Cuentas el pasado mes de octubre. En este documento se relata el análisis realizado sobre los procedimientos aplicados por el museo en la gestión y control de las obras de arte y se da cuenta de que “dentro del conjunto de obras catalogadas cuya titularidad corresponde al museo había un total de 926 cuya existencia y titularidad se conocen por medio de los inventarios históricos, pero se ignoraba su localización Esta situación ha tenido como consecuencia que la Fiscalía del Tribunal de Cuentas haya puesto en manos de la Fiscalía General del Estado el asunto para depurar las posibles responsabilidades penales, como aparece reflejado en la memoria de esta última. Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado no se ha dirigido al Museo del Prado para recabar más información ni ha designado un fiscal para el caso.
Aunque es inútil hacer una valoración de las obras que no se logran localizar, baste decir que hace años una de las que se creía perdida tuvo un precio de salida en una subasta de 27.000 euros. Lienzos de autores incluidos en el listado de obras que no aparecen, como Carlos de Haes, han alcanzado precios de entre 20.000 y 45.000 euros en subastas recientes. De otros no se encuentra apenas obra a la venta en el mercado, por lo que, por su excepcionalidad, la valoración es más difícil. Por ejemplo, no se localiza una obra de Casado del Alisal, que es el autor del gran óleo que decora el salón de plenos del Congreso de los Diputados, que representa el juramento de las Cortes de 1810 en la Iglesia Mayor de San Fernando (Cádiz) y uno de los pintores encargados de decorar la basílica de San Francisco el Grande en Madrid.
En la institución a cuyo frente se encuentra el fiscal general Cándido Conde- Pumpido han constatado que en 1978 se iniciaron unas actuaciones sobre un conjunto de obras del Museo del Prado que no estaban localizadas. La investigación de la Fiscalía en esos años, que contó con la colaboración del Museo del Prado, supuso la revisión del inventario y la localización de las primeras obras. El asunto quedó pendiente en 1980 de que finalizara el trabajo de revisión del inventario y de localización de obras. Treinta años después, la culminación de los trabajos ha llevado a cerrar prácticamente una cifra de 926 obras sin localizar, lo que ha provocado que el Tribunal de Cuentas traslade el caso a la Fiscalía General del Estado.
Inventarios e informática
Estas 926 obras se refieren a 2007, ya que el sistema informático que gestiona el inventario no ofrecía la posibilidad de agrupar las obras no localizadas hasta ese año. Según consta en los inventarios, la mayoría de las obras en paradero desconocido forman parte de aquellas que el Museo del Prado mantenía depositadas en otros museos e instituciones. También hay un porcentaje importante de obras que desaparecieron durante acontecimientos bélicos e incendios, aunque no se ha podido certificar de forma fehaciente su destrucción. Finalmente, otra parte de estas obras consta en los inventarios de colecciones como la del Museo de la Trinidad, que se adscribieron al Prado, aunque no existe constancia de que la mayoría de esas obras llegaran a ingresar efectivamente en el Prado, según explican los responsables de este museo a Tiempo.
La colección del Museo del Prado está formada por aproximadamente 7.600 pinturas, 1.000 esculturas, 3.000 estampas y 6.400 dibujos. De ellas, alrededor de 3.100 obras, sobre todo pinturas y esculturas, forman parte del llamado Prado disperso, en depósito en otras instituciones y museos. Pero ni los incendios ni las guerras explican bien todas las desapariciones. En 1915 se produjo un incendio en el edificio del Tribunal Supremo y el Colegio de Abogados de Madrid donde resultaron quemadas o perdidas 51 pinturas de las 106 que el Museo del Prado tenía depositadas en ese edificio. Casi 80 años después, en 1994, una de las obras que se creía convertida en cenizas en el incendio fue descubierta en el catálogo extraordinario de Navidad de la sala de subastas Durán, de Madrid, con un precio de salida de 4,5 millones de pesetas. Se trataba de Abraham y los tres ángeles del pintor del siglo XVII Juan Antonio de Frías y Escalante. La policía requisó el cuadro, que fue devuelto al Museo del Prado.
Indemnizaciones
En algunos casos, el Estado ha indemnizado al dueño con el precio de salida de subasta, al considerar que se trata de compradores de buena fe muchos años después de la desaparición de los lienzos. De hecho, había referencias de que había aparecido en el mercado madrileño en 1970. Otra pintura que figuraba como desaparecida en ese incendio, El rey godo Alarico, de Carlos María Esquivel, fue localizada en 2003 en los almacenes del Museo de Segovia y hoy se encuentra expuesta en el Congreso de los Diputados en Madrid desde 2006. También se encontraba desaparecido El arco del rey Casto, de José Uría, de 1887.
El cuadro había desaparecido del Gobierno Civil de Barcelona donde estaba depositado desde 1904 y apareció en una casa de subastas en 1980. Hoy se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo. En el caso de la desaparición del cuadro Port de Barcelona, del pintor Eliseu Meifrén, constaba que se trataba, directamente, de un robo. La pintura se encontraba depositada en un museo de Cádiz y fue sustraída en 1975. El Museo del Prado lo denunció a la policía y se reclamó la obra tras aparecer en un anticuario. Sin embargo, no tuvo éxito, ya que el propietario argumentó que se trataba de otro cuadro. Curiosamente la obra fue comprada por la Autoridad Portuaria de Barcelona. Más recientemente, en junio de 2006, se localizó en la casa de subastas Segre La vuelta a la patria, un cuadro de Antonio Caula que se encontraba depositado en el Palacio Real de Madrid desde diciembre de 1882 y que había desaparecido. La pintura vuelve a colgar de las paredes del Palacio de Oriente desde el mes siguiente a su recuperación, para lo que el Museo del Prado indemnizó a la propietaria.
Hoy cuelga en una de los estancias privadas del Palacio Real, en lo que fueron los aposentos de la reina María Cristina. De todas formas, la responsable del control de depósitos, Mercedes Orihue la, explica que los casos de obras perdidas que han terminado siendo puestas a la venta son muy excepcionales. Orihuela, autora también del inventario oficial publicado por el museo, ya participó en las investigaciones de la Fiscalía de 1978. El Prado ha ido localizando obras que se encontraban depositadas en museos y otras instituciones. En ocasiones, las entidades que los tenían en sus manos olvidaban que se trataba de obras que eran del Museo del Prado y las trasladaban o se deshacían de ellas. Así ocurrió probablemente con un bodegón de Bartolomé Montalvo, uno de los pocos pintores españoles de los que colgaban bodegones en el Prado en el siglo XIX, que desapareció de Córdoba, donde estaba depositado, y se localizó en una subasta en Londres.
Parece que el director del centro, poco consciente de la importancia del mismo, le dijo al personal del centro que se llevaran lo que quisieran poco antes de ser derribado el edificio que albergaba el cuadro. Al aparecer en la subasta El Prado realizó una denuncia policial y se abrió un expediente por exportación ilegal. En este caso, el propietario renunció a la indemnización. Aun así, la lista de obras desaparecidas es amplia y los responsables del museo creen que ya se recuperarán pocas de ellas. El hecho de que haya obras sin localizar “tiene que ver más con la historia del museo que con la gestión”, señala la coordinadora general de conservación, Judith Ara, en referencia a los avatares derivados del aluvión de colecciones que forman el Prado actual y a los sucesos históricos que han hecho mella en sus fondos.
Revisiones periódicas
El Museo del Prado realiza revisiones periódicas de las obras depositadas en otras instituciones. De esta manera, ha logrado que poco a poco aparezcan algunas obras que no se conseguían localizar. La continua revisión de sus almacenes ha conseguido la localización de obras que constaban en los inventarios del antiguo Museo de la Trinidad. También se les pide a las instituciones un plan museográfico que garantice que aquellas obras que se encuentren en lugares poco visibles al público tengan un régimen de visitas. Además, dentro de poco se inaugurará un nuevo centro de gestión de depósitos, que se instalará en la Casa de los Águila, en Ávila.
También se han realizado otras gestiones como un acuerdo de colaboración con el Museo Nacional de Arte de Cataluña para que éste contribuya al control de los depósitos del Museo del Prado en instituciones y museos de Cataluña. Respecto a la investigación de la Fiscalía en 1978, ésta se inició por la presentación de una denuncia en la Fiscalía General del Estado por la supuesta desaparición de fondos del Museo del Prado tras aparecer las primeras noticias confusas sobre un alto número de obras sin localizar.
"Los primeros informes corroboraron que había obras dispersas en otros centros de las que se desconocía su paradero real. Por esta razón la Fiscalía abrió una investigación especial en la que intervino la Policía Judicial. Según recuerda Mercedes Orihuela, que fue designada entonces por el museo para participar en el equipo de esta investigación, aquella intervención de la Fiscalía abrió el camino para el control del inventario y la localización de obras.
“Patrimonio de la nación”
En las primeras intervenciones se acreditó que 590 obras podían darse por perdidas, aunque el trabajo de revisión del inventario continuaría varios años. La Fiscalía General del Estado llamó la atención sobre la falta de control padecida durante años sobre las obras depositadas en otras instituciones. El fiscal, para apoyar su actuación, recordó las palabras de Alfonso E. Pérez Sánchez, quien llegó a ser posteriormente director del Museo del Prado de 1983 a 1991, cuando se quejaba en un libro de 1977 del descontrol sobre unos lienzos “que eran, todos, patrimonio de la nación y muchas veces obras de interés objetivo considerable”. La investigación de la Fiscalía en 1979 dio como resultado en sus primeras pesquisas localizar una Purísima de Carreño que había sido depositada en el Asilo de Cigarreras en Madrid y que apareció en la maternidad de la calle O’Donnell de la capital. También localizó un Tiziano en Sabadell. En 1980 el fiscal general afirmó que la investigación no podría cerrarse definitivamente hasta que no se acreditara “cuál es exactamente el patrimonio del Museo del Prado” y sentenció en la memoria anual que “el museo debe saber lo que tiene y dónde lo tiene”. En aquel momento las obras que se consideraban perdidas ascendían ya a 1.046 y estaban pendientes de localización otras 379. La Fiscalía no encontró entonces responsabilidades penales y esperaba cerrar provisionalmente el expediente con la salvedad hecha de que el trabajo que debía continuar en el Museo de puesta al día del inventario no obligara a su reapertura."
Es todo un error informatico. La culpa la tiene el becario que ha borrado la base de datos. Siempre es asi no? la culpa es de un error informatico provocado por un becario.
Muchas de esas obras estarán "perdidas" en embajadas u consulados por el mundo. Recuerdo que a finales del siglo pasado una embajada española iba a cambiar de ubicación y al devolverles unas obras que tenían el Museo no sabía ni que eran suyas.
Menudo control, menuda seriedad, menuda... DESVERGÜENZA joder!
Aunque hubiese responsabilidades (de algún tipo), a ver donde están esas obras de arte.
Si fuese una canción, la $GA€ ya estaría removiendo cielo y tierra.
¿Y que dice la Menestra de Incultura al respecto, porque tendrá algo que decir no?
#29 La Guardia Civil, La Fiscalía General del Estado, el Servicio de Vigilancia Aduanera, la Policía Nacional, el ministerio de cultura, el de hacienda. Llevan años detrás de esos cuadros, de los que muchos de ellos no se sabia ni de su existencia, que se han ido recuperando o descubriendo cuando fueron destruidos (incendios, revueltas populares, guerra civil, guerra mundial, derrumbes...)
"NO PROBLEM" "pa" lo que apreciamos los españoles la cultura y la historia...
el único que sacará partido de esa perdida será el político de turno al que le importan un "guevo" pero aprovechará para mentar a la madre de ZP por la que está liando, cosa que por otra parte es cierta.
La señora Sinde conocedora, y no desde que es ministra, de los problemas del hacinamiento y la mala conservación del patrimonio del museo del Prado y del antiguo proyecto que existía sobre el palacio de Vistahermosa, debería haberse preocupado por este tema, en lugar de perder el tiempo en otras cosas.
A ver señores! Que estamos hablando de que se han perdido en un periodo de casi 100 años! Que hemos pasado una guerra civil y una dictadura desde entonces! No empecemos a desvariar por favor!
¿Perdido? ¿Pero quién coños es el gilipollas que pone estos titulares?Se creen que somos tontos. ¿Desde cuando un museo "pierde" obras? Dime que alguien se ha llevado unos cuadros y nadie sabe quién ha sido; eso sí que nos los creemos.
Comentarios
En el Louvre un día faltó un cuadro y se montó un pollo impresionante. Aquí se pierden 926 y naadie se entera.
#7 Leete la noticia (antigua) de #5 y #6 y veras como lo que falta es una acumulación de obras que figuraban en los ctalogos de principios del s. XX que se descubrió su inexistencia con la informatización del catalogo, muchas de ellas estaban cedidas a otras instituciones, no cuadros que estaban colgados al público (de hecho la gran mayoría de las obras del prado no están expuestas). Una noticia que no deja de ser interesante pero que si se la da un toque amarillista ponemos el grito en el cielo.
#20 Todo lo contrario ahora se sabe que obras catalogadas faltan, (se sospechaba de ello hace más de 30 años) gracias a los becarios que lo digitalizaron.
Yo que miraria en los salones de algunos politicos.
(Recordemos a Matas con cuadros en su casa pagados por Baleares)
#1 Y en alguna casa de subastas de dudosa reputación, que más de una habrá.
13/11/09 Revista Tiempo:
"Novecientas veintiséis obras del Museo del Prado no aparecen. El dato se ha hecho oficial en una fiscalización del Tribunal de Cuentas. Este organismo, a su vez, ha puesto el asunto en manos de la Fiscalía General del Estado para depurar posibles responsabilidades penales. Detrás se encuentra una historia en la que se mezclan guerras, revoluciones, incendios, extravíos por ignorancia y la tentación de sacar a la venta algunas de ellas en el mercado del arte. Algunas han aparecido y vuelven al control del Prado.
El Tribunal de Cuentas ha remitido al Congreso de los Diputados el informe sobre la fiscalización del Museo del Prado correspondiente al ejercicio de 2005. El Parlamento no ha estudiado aún este informe que fue aprobado por el pleno del Tribunal de Cuentas el pasado mes de octubre. En este documento se relata el análisis realizado sobre los procedimientos aplicados por el museo en la gestión y control de las obras de arte y se da cuenta de que “dentro del conjunto de obras catalogadas cuya titularidad corresponde al museo había un total de 926 cuya existencia y titularidad se conocen por medio de los inventarios históricos, pero se ignoraba su localización Esta situación ha tenido como consecuencia que la Fiscalía del Tribunal de Cuentas haya puesto en manos de la Fiscalía General del Estado el asunto para depurar las posibles responsabilidades penales, como aparece reflejado en la memoria de esta última. Hasta el momento, la Fiscalía General del Estado no se ha dirigido al Museo del Prado para recabar más información ni ha designado un fiscal para el caso.
Aunque es inútil hacer una valoración de las obras que no se logran localizar, baste decir que hace años una de las que se creía perdida tuvo un precio de salida en una subasta de 27.000 euros. Lienzos de autores incluidos en el listado de obras que no aparecen, como Carlos de Haes, han alcanzado precios de entre 20.000 y 45.000 euros en subastas recientes. De otros no se encuentra apenas obra a la venta en el mercado, por lo que, por su excepcionalidad, la valoración es más difícil. Por ejemplo, no se localiza una obra de Casado del Alisal, que es el autor del gran óleo que decora el salón de plenos del Congreso de los Diputados, que representa el juramento de las Cortes de 1810 en la Iglesia Mayor de San Fernando (Cádiz) y uno de los pintores encargados de decorar la basílica de San Francisco el Grande en Madrid.
En la institución a cuyo frente se encuentra el fiscal general Cándido Conde- Pumpido han constatado que en 1978 se iniciaron unas actuaciones sobre un conjunto de obras del Museo del Prado que no estaban localizadas. La investigación de la Fiscalía en esos años, que contó con la colaboración del Museo del Prado, supuso la revisión del inventario y la localización de las primeras obras. El asunto quedó pendiente en 1980 de que finalizara el trabajo de revisión del inventario y de localización de obras. Treinta años después, la culminación de los trabajos ha llevado a cerrar prácticamente una cifra de 926 obras sin localizar, lo que ha provocado que el Tribunal de Cuentas traslade el caso a la Fiscalía General del Estado.
Inventarios e informática
Estas 926 obras se refieren a 2007, ya que el sistema informático que gestiona el inventario no ofrecía la posibilidad de agrupar las obras no localizadas hasta ese año. Según consta en los inventarios, la mayoría de las obras en paradero desconocido forman parte de aquellas que el Museo del Prado mantenía depositadas en otros museos e instituciones. También hay un porcentaje importante de obras que desaparecieron durante acontecimientos bélicos e incendios, aunque no se ha podido certificar de forma fehaciente su destrucción. Finalmente, otra parte de estas obras consta en los inventarios de colecciones como la del Museo de la Trinidad, que se adscribieron al Prado, aunque no existe constancia de que la mayoría de esas obras llegaran a ingresar efectivamente en el Prado, según explican los responsables de este museo a Tiempo.
La colección del Museo del Prado está formada por aproximadamente 7.600 pinturas, 1.000 esculturas, 3.000 estampas y 6.400 dibujos. De ellas, alrededor de 3.100 obras, sobre todo pinturas y esculturas, forman parte del llamado Prado disperso, en depósito en otras instituciones y museos. Pero ni los incendios ni las guerras explican bien todas las desapariciones. En 1915 se produjo un incendio en el edificio del Tribunal Supremo y el Colegio de Abogados de Madrid donde resultaron quemadas o perdidas 51 pinturas de las 106 que el Museo del Prado tenía depositadas en ese edificio. Casi 80 años después, en 1994, una de las obras que se creía convertida en cenizas en el incendio fue descubierta en el catálogo extraordinario de Navidad de la sala de subastas Durán, de Madrid, con un precio de salida de 4,5 millones de pesetas. Se trataba de Abraham y los tres ángeles del pintor del siglo XVII Juan Antonio de Frías y Escalante. La policía requisó el cuadro, que fue devuelto al Museo del Prado.
Indemnizaciones
En algunos casos, el Estado ha indemnizado al dueño con el precio de salida de subasta, al considerar que se trata de compradores de buena fe muchos años después de la desaparición de los lienzos. De hecho, había referencias de que había aparecido en el mercado madrileño en 1970. Otra pintura que figuraba como desaparecida en ese incendio, El rey godo Alarico, de Carlos María Esquivel, fue localizada en 2003 en los almacenes del Museo de Segovia y hoy se encuentra expuesta en el Congreso de los Diputados en Madrid desde 2006. También se encontraba desaparecido El arco del rey Casto, de José Uría, de 1887.
El cuadro había desaparecido del Gobierno Civil de Barcelona donde estaba depositado desde 1904 y apareció en una casa de subastas en 1980. Hoy se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en Oviedo. En el caso de la desaparición del cuadro Port de Barcelona, del pintor Eliseu Meifrén, constaba que se trataba, directamente, de un robo. La pintura se encontraba depositada en un museo de Cádiz y fue sustraída en 1975. El Museo del Prado lo denunció a la policía y se reclamó la obra tras aparecer en un anticuario. Sin embargo, no tuvo éxito, ya que el propietario argumentó que se trataba de otro cuadro. Curiosamente la obra fue comprada por la Autoridad Portuaria de Barcelona. Más recientemente, en junio de 2006, se localizó en la casa de subastas Segre La vuelta a la patria, un cuadro de Antonio Caula que se encontraba depositado en el Palacio Real de Madrid desde diciembre de 1882 y que había desaparecido. La pintura vuelve a colgar de las paredes del Palacio de Oriente desde el mes siguiente a su recuperación, para lo que el Museo del Prado indemnizó a la propietaria.
Hoy cuelga en una de los estancias privadas del Palacio Real, en lo que fueron los aposentos de la reina María Cristina. De todas formas, la responsable del control de depósitos, Mercedes Orihue la, explica que los casos de obras perdidas que han terminado siendo puestas a la venta son muy excepcionales. Orihuela, autora también del inventario oficial publicado por el museo, ya participó en las investigaciones de la Fiscalía de 1978. El Prado ha ido localizando obras que se encontraban depositadas en museos y otras instituciones. En ocasiones, las entidades que los tenían en sus manos olvidaban que se trataba de obras que eran del Museo del Prado y las trasladaban o se deshacían de ellas. Así ocurrió probablemente con un bodegón de Bartolomé Montalvo, uno de los pocos pintores españoles de los que colgaban bodegones en el Prado en el siglo XIX, que desapareció de Córdoba, donde estaba depositado, y se localizó en una subasta en Londres.
Parece que el director del centro, poco consciente de la importancia del mismo, le dijo al personal del centro que se llevaran lo que quisieran poco antes de ser derribado el edificio que albergaba el cuadro. Al aparecer en la subasta El Prado realizó una denuncia policial y se abrió un expediente por exportación ilegal. En este caso, el propietario renunció a la indemnización. Aun así, la lista de obras desaparecidas es amplia y los responsables del museo creen que ya se recuperarán pocas de ellas. El hecho de que haya obras sin localizar “tiene que ver más con la historia del museo que con la gestión”, señala la coordinadora general de conservación, Judith Ara, en referencia a los avatares derivados del aluvión de colecciones que forman el Prado actual y a los sucesos históricos que han hecho mella en sus fondos.
Revisiones periódicas
El Museo del Prado realiza revisiones periódicas de las obras depositadas en otras instituciones. De esta manera, ha logrado que poco a poco aparezcan algunas obras que no se conseguían localizar. La continua revisión de sus almacenes ha conseguido la localización de obras que constaban en los inventarios del antiguo Museo de la Trinidad. También se les pide a las instituciones un plan museográfico que garantice que aquellas obras que se encuentren en lugares poco visibles al público tengan un régimen de visitas. Además, dentro de poco se inaugurará un nuevo centro de gestión de depósitos, que se instalará en la Casa de los Águila, en Ávila.
También se han realizado otras gestiones como un acuerdo de colaboración con el Museo Nacional de Arte de Cataluña para que éste contribuya al control de los depósitos del Museo del Prado en instituciones y museos de Cataluña. Respecto a la investigación de la Fiscalía en 1978, ésta se inició por la presentación de una denuncia en la Fiscalía General del Estado por la supuesta desaparición de fondos del Museo del Prado tras aparecer las primeras noticias confusas sobre un alto número de obras sin localizar.
sigue de #5
"Los primeros informes corroboraron que había obras dispersas en otros centros de las que se desconocía su paradero real. Por esta razón la Fiscalía abrió una investigación especial en la que intervino la Policía Judicial. Según recuerda Mercedes Orihuela, que fue designada entonces por el museo para participar en el equipo de esta investigación, aquella intervención de la Fiscalía abrió el camino para el control del inventario y la localización de obras.
“Patrimonio de la nación”
En las primeras intervenciones se acreditó que 590 obras podían darse por perdidas, aunque el trabajo de revisión del inventario continuaría varios años. La Fiscalía General del Estado llamó la atención sobre la falta de control padecida durante años sobre las obras depositadas en otras instituciones. El fiscal, para apoyar su actuación, recordó las palabras de Alfonso E. Pérez Sánchez, quien llegó a ser posteriormente director del Museo del Prado de 1983 a 1991, cuando se quejaba en un libro de 1977 del descontrol sobre unos lienzos “que eran, todos, patrimonio de la nación y muchas veces obras de interés objetivo considerable”. La investigación de la Fiscalía en 1979 dio como resultado en sus primeras pesquisas localizar una Purísima de Carreño que había sido depositada en el Asilo de Cigarreras en Madrid y que apareció en la maternidad de la calle O’Donnell de la capital. También localizó un Tiziano en Sabadell. En 1980 el fiscal general afirmó que la investigación no podría cerrarse definitivamente hasta que no se acreditara “cuál es exactamente el patrimonio del Museo del Prado” y sentenció en la memoria anual que “el museo debe saber lo que tiene y dónde lo tiene”. En aquel momento las obras que se consideraban perdidas ascendían ya a 1.046 y estaban pendientes de localización otras 379. La Fiscalía no encontró entonces responsabilidades penales y esperaba cerrar provisionalmente el expediente con la salvedad hecha de que el trabajo que debía continuar en el Museo de puesta al día del inventario no obligara a su reapertura."
http://www.tiempodehoy.com/default.asp?idpublicacio_PK=50&idioma=CAS&idnoticia_PK=59064&idseccio_PK=612&h=091023
Le pasa lo mismo que a mi pueblo, cada vez hay menos obras.
pierde? jajajaja LOS COJONES, a ver quienes son las que las tienen en su casa...
Vaya unos ridiculos, pais!
A ver si adivino... fueron comprando obras inexistentes y se quedaban la pasta.
#12 es otro punto de vista interesante.
Y no tenemos fotocopias?
¿El Velazquez? ¡Uy, si estaba aquí hasta hace un momento!
Es todo un error informatico. La culpa la tiene el becario que ha borrado la base de datos. Siempre es asi no? la culpa es de un error informatico provocado por un becario.
No una, no dos.. ¡¡926!!
Que busquen, que busquen por los despachos oficiales...
¿Pierde? ahora se llama así?
es en serio o de mundotoday?
No, si ya lo estoy viendo, las sacaron metidas en los pantalones.
¿Dónde están los cuadros matarile rile rile?...
Si se han "perdido", que busquen, que busquen...
Que miren en los chalets de la hija de bono!!!!
Pais de pandereta, esto es increible.
Muchas de esas obras estarán "perdidas" en embajadas u consulados por el mundo. Recuerdo que a finales del siglo pasado una embajada española iba a cambiar de ubicación y al devolverles unas obras que tenían el Museo no sabía ni que eran suyas.
Menudo control, menuda seriedad, menuda... DESVERGÜENZA joder!
Aunque hubiese responsabilidades (de algún tipo), a ver donde están esas obras de arte.
Si fuese una canción, la $GA€ ya estaría removiendo cielo y tierra.
¿Y que dice la Menestra de Incultura al respecto, porque tendrá algo que decir no?
#29 La Guardia Civil, La Fiscalía General del Estado, el Servicio de Vigilancia Aduanera, la Policía Nacional, el ministerio de cultura, el de hacienda. Llevan años detrás de esos cuadros, de los que muchos de ellos no se sabia ni de su existencia, que se han ido recuperando o descubriendo cuando fueron destruidos (incendios, revueltas populares, guerra civil, guerra mundial, derrumbes...)
Lo que es de todos y no es de nadie,hasta ahora no se dice nada,a 1000€ cada uno ya es un delito mayor....
Pues ya ves... sería en plan "mira este cuadrito del Greco del almacén me lo llevo calentito para mi casa, ni Dios se va a dar cuenta".
Los cuadros son del viento.
Como María Sarmiento.
"NO PROBLEM" "pa" lo que apreciamos los españoles la cultura y la historia...
el único que sacará partido de esa perdida será el político de turno al que le importan un "guevo" pero aprovechará para mentar a la madre de ZP por la que está liando, cosa que por otra parte es cierta.
La señora Sinde conocedora, y no desde que es ministra, de los problemas del hacinamiento y la mala conservación del patrimonio del museo del Prado y del antiguo proyecto que existía sobre el palacio de Vistahermosa, debería haberse preocupado por este tema, en lugar de perder el tiempo en otras cosas.
Espero que las recuperen!! seria una perdida para la historia..
A ver señores! Que estamos hablando de que se han perdido en un periodo de casi 100 años! Que hemos pasado una guerra civil y una dictadura desde entonces! No empecemos a desvariar por favor!
Que las busquen en el Water del Bigotes...
Un trabajador del museo se fue a un bar a celebrar su cumpleaños... se llevo las 926 obras con él... se las dejó olvidadas... ya se sabe...
Las tiene Matas en su palacete, que busquen bien.
¿Perdido? ¿Pero quién coños es el gilipollas que pone estos titulares?Se creen que somos tontos. ¿Desde cuando un museo "pierde" obras? Dime que alguien se ha llevado unos cuadros y nadie sabe quién ha sido; eso sí que nos los creemos.
Joe, pues que llamen a ZP y cuelguen varios carteles tan bonitos del Plan-E, verdaderas obras maestras, que sobran a porrillo .............
#3 No puedes dejar de hacer campaña ni un momento? no, por que para eso te pagan.
#21 Joe, que precision, 100% de efectividad en la critica constructiva ................................