Finalmente la culpa de la crisis, y ahí sí que se deja notar énfasis en los artículos de este grupo de opinión, ha sido de los propios consumidores. Voraces criaturas con forma vagamente humana pero en realidad ambiciosos, deformes y repugnantes monstruos, egoístas hasta el punto de querer disfrutar de un nivel de vida decente.
Ojala se tuviera la clave para ese problema sin que nadie se queje por salir perjudicado.
Por que si los pisos los dirán al valor real del coste este problema no seria tan grande, lo que pasa es que las promotoras solo quieren ganar y ganar. Esa es la cuestión....
#1 Yo si derramo lágrimas por los especuladores, pobrecitos ellos, enterraos en dinero ganado durante un montón de años a costa de nuestras costillas, subiendo y subiendo los precios de las viviendas, como si tener un techo fuera un artículo de lujo.
Y también derramo lágrimas por los gobiernos que han permitido y colaborado con los desmanes de los especuladores. Que siguen permitiendo y consintiendo los desahucios de familias enteras que no pueden pagar el techo que compraron, a precio de oro, porque ahora están en el paro.
Lágrimas de indignación y violencia contenida porque en el fondo sabemos que todos esos especuladores y colaboracionistas siguen teniendo abultadas cuentas en paraisos fiscales y nosotros estamos aquí mendigando un techo y una ayuda social de 400 euros, a pesar de que no somos, en absoluto, culpables de la crisis.
Comentarios
#0 Liquidando lo antes posible el stock de viviendas, abaratando el precio, claro.
Ojala se tuviera la clave para ese problema sin que nadie se queje por salir perjudicado.
Por que si los pisos los dirán al valor real del coste este problema no seria tan grande, lo que pasa es que las promotoras solo quieren ganar y ganar. Esa es la cuestión....
Se sale desnudo y con todo lo que robasteis dentro de el.
No derramaré jamás una sola lágrima por un especulador.
#1 Yo si derramo lágrimas por los especuladores, pobrecitos ellos, enterraos en dinero ganado durante un montón de años a costa de nuestras costillas, subiendo y subiendo los precios de las viviendas, como si tener un techo fuera un artículo de lujo.
Y también derramo lágrimas por los gobiernos que han permitido y colaborado con los desmanes de los especuladores. Que siguen permitiendo y consintiendo los desahucios de familias enteras que no pueden pagar el techo que compraron, a precio de oro, porque ahora están en el paro.
Lágrimas de indignación y violencia contenida porque en el fondo sabemos que todos esos especuladores y colaboracionistas siguen teniendo abultadas cuentas en paraisos fiscales y nosotros estamos aquí mendigando un techo y una ayuda social de 400 euros, a pesar de que no somos, en absoluto, culpables de la crisis.