Hace 16 años | Por flekyboy a acusticaweb.com
Publicado hace 16 años por flekyboy a acusticaweb.com

Los arquitectos, a veces de manera voluntaria y otras involuntariamente, nos regalan edificios sonoros. La Casa de la Cascada de Frank Lloyd-Wright es uno de estos maravillosos ejemplos. Situada en plena naturaleza y sin contaminación acústica, la casa debe el nombre a tener justo al lado dos pequeñas cascadas. El sonido del agua cayendo es omnipresente en todos los rincones de la casa, pese a ser invisible desde el interior de la casa. Se puede escuchar en diferentes intensidades dependiendo de la estancia en la que nos encontremos.

Comentarios

Sophia

No tendrá contaminación acústica, pero no se si será lo más adecuado para un río y sus especies ponerle una casa en medio.