Hace 11 años | Por Kornejo a elconfidencial.com
Publicado hace 11 años por Kornejo a elconfidencial.com

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha provocado con el anuncio de sus reformas un malestar palpable en la carrera judicial, pero sobre todo entre los jueces conservadores, que lejos de lo que ha ocurrido, esperaban un guiño de este Gobierno. El nombramiento del progresista Gonzalo Moliner como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial

Comentarios

D

Gallardon preparando el camino a la Moncloa

reemax

#4 Yo tambien lo pienso. Necesita el apoyo de la faccion ultraderechista del PP. Y para eso les da caramelitos como el del aborto.
Menudo trepa: en vez de pensar como sacar al pais de la crisis, labrandose el camino

F

Si están contra Gallardón por progresista...madremía...¿Quienes están ahí metidos?

gelatti

#1 la caverna, la de verdad, la que sigue anclada en Franco.

F

#2 lo cual nos demuestra que la transición de verdad aún no ha terminado...

AitorD

#1 Parece que no es tanto una cuestión ideológica, sino una lucha de poder:

"La carrera judicial tiene la sensación que Ruiz Gallardón quiere politizar la Justicia y dejar al órgano de los jueces lo más debilitado posible y sin capacidad de decisión para quedar en manos del poder político. A esto se añade que algunos de los vocales del CGPJ que apoyan al ministro optaron por votar a Gonzalo Moliner, un juez progresista, dejando de lado al otro candidato conservador, José Ramón Ferrándiz.

El entorno de Gallardón ha preferido que presida el órgano de los jueces un magistrado progresista pero más tendente al diálogo y la conciliación que otro conservador pero gran detractor de la reforma planteada por el ministro, según fuentes del Consejo. Esto no significa que Moliner esté de acuerdo, que no es así, si no que Ferrándiz iba a ser más combativo y molesto.

Esta inclinación ha sentado especialmente mal al núcleo de la APM, que ha visto cómo se le ha ido de las manos su cuota de poder en el órgano de los jueces.

(...)

La sensación dentro del órgano de los jueces es que el ministro está jugando una partida de ajedrez con la única intención de limitar al máximo sus funciones y controlar el Poder Judicial."