Se pudiera decir que el crecimiento y desarrollo de la red de redes, internet, ha sido tan rápido que a veces nos cuesta darnos cuenta de varias transformación que ha traido consigo. Entre ellas ha dejado de existir por ejemplo el vendedor de enciclopedias. Recuerdo de pequeño como los vendedores de enciclopedia afloraban por las calles de casa en casa. Mi madre gustaba de vestir la casa con muebles llenos de libros y enciclopedias. De hecho ahí siguen, decorando más que como su principal propósito que sería de lectura.[...] Por Benjamin Peña.
Comentarios
El autor del post parece pesaroso por la ausencia de vendedores de enciclopedias, con lo que me alegra a mí que hayan dejado de existir esos pesados.
Yo he sido vendedor de enciclopedias en la era anterior a Internet.
Unos 5 o 6 años estuve vendiendo enciclopedias en pueblos remotos donde no había ninguna otra forma de acceso al conocimiento y me enorgullezco de esa labor.Ademas que en ese entonces se ganaba bastante dinero.
He de decir al #1 que dice muy poco de el ,si no ha sentido curiosidad por abrir las "ensicopledias" que su madre compraba para adornar.
Cómo, y la SGAE no ha salido en su ayuda?
Un ejemplo más de cómo están cambiando algunos sistemas de mercado gracias a la acción de Internet.
Particularmente me encantaba trabajar en barriadas obreras
Usted quiere que su hijo cuando sea mayor lleve corbata como yo,en lugar de ir llegar a casa impregnado de grasa y olores como su padre?
-claro que si
Pues usted debe comprarle enciclopedias,ademas sera la envidia de sus vecinas
-a cuanto sale?
a 100.000 pesetas el metro.Cuantos mide su estanteria?
#2, no he hablado de las enciclopedias sino de los vendedores, así que te ruego que te abstengas de mencionar a mi madre, dado que yo no he mencionado a la tuya. Se ve que la educación, el respeto y las buenas maneras estaban ausentes en las enciclopedias que vendías. Y que sepas que mi madre me enseñó a leer, a escribir y las cuatro reglas matemáticas cuando seguramente no se habían inventado todavía los vendedores de enciclopedias en este país.
Ale, hasta más ver.
#6 A ver ,personita: A diferencia de tus contertulios habituales, yo no he mentado a tu madre para ofender.
En segundo lugar deberias haber seguido aprendiendo,despues que esa Santa Mujer ,con su infinita paciencia, logró introducirte en la lectura y rasgos de escritura.
Las "ensicopledias" hubieran sido tus aliadas en esa tarea de mejora intelectual,pero te cerraste en banda a los vendedores y aqui tenemos el resultado.
Por otra parte, hay un buen metodo para que no te molesten los vendedores a domicilio,y es salir más de casa.Que todos te pillaban.
#5, resultas bastante patético burlándote de esa forma de las familias obreras de aquellos tiempos, que sólo tenían la sana y noble intención de que sus hijos aprendiesen y tuviesen más cultura que sus padres. Después de haber leído tus comentarios, me alegro muchísimo más de que, al fin, se hayan extinguido los vendedores de enciclopedias.
Gracias, Internet (o mejor, gracias a quienes la inventaron).
#8 he de reconocer que he mentido,engañado y cobrado precios abusivos a familias obreras.Eso sí, en comodos plazos a 60 meses.
Lo hacia por dinero. Una enciclopedia de 200.000 pesetas me dejaba un beneficio de 50.000 ,y la moral y la etica se suavizan mucho en esas circunstancias.
#9, no, sí ya veo que tu ética y tu moral dejan mucho que desear, no era necesaria la aclaración. Con tus comentarios #2 y #5 era más que suficiente.
Parece que ahora los comentarios se han convertido en noticia.
Recuerdo que una vez dejé pasar a un vendedor de enciclopedias cuando estaba yo solo en casa (tenía 16 o 17 años).
-Hola, vengo por un concurso para niños, damos grandes premios, y, bueno, y... ¿Tenéis enciclopedia?
-Sí, sí, tenemos...
-¿Y no será la Larousse?
-Ah, pues creo que sí que es la Larousse, vamos a ver... ... ah, no, era la Salvat. Bueno, hasta luego.
Saludos.
Ahora los sustituyen los teleoperadores vendiendo ADSL y llamando cada dos por tres...
Es lícito engañar y sacarle los cuartos a los tontos.Los tontos no tienen derecho a guardar su dinero.
Con esa premisa, Yo me comí el mundo.
Saludos y Feliz Navidad
Precisamente hace un año aproximadamente llamó una señorita a casa...
[batallita]
srita: ¿Participaría en una encuesta si le regalamos un libro?
yo: Vale
srita: OK, el miércoles pasamos
yo: ok
>
sr: Aquí tienes el libro de fiestas regionales de la provincia de Alicante
>
sr: Entonces le vendo todo esto >, valorado en 4000€, por sólo 1000€
yo: no me interesa, yo no tomo estas decisiones en casa, bla bla bla, hasta lueguito
[/batallita]
Espero que las 2h que lo "retuve" sirviesen para que no timase a otros (por que llamar "encuesta" a lo que hizo ese señor es estirar el un poco demasiado el concepto de encuesta).