Una vez más la indignación y malestar que la aprobación de la Ley Sinde ha provocado en internet en forma de «tweets», posts o artículos no ha tenido ningún reflejo en la calle. Otra vez, se ha quedado en la Red. En poco menos de 24 horas ha habido dos convocatorias de protesta frente al Congreso de los Diputados en contra de esta legislación y, sin embargo, la respuesta ha sido prácticamente nula.
No entiendo de que se alarman los medios, si no hacemos huelgas "fuertes" por cosas mas importantes como las pensiones, edad de jubilacion, etc.... ¿que esperan?
Es posible que ya no haga falta salir a la calle a desgañitarse para protestar,la red permite que la gente esté
informada,a pesar de los gobiernos y manifieste su descontento através de la intención de voto...
el ciberactivismo ,tiene muchas posibilidades...sin violencia,sin cansarse...se les puede tirar de su sillón a estos cretinos de políticos
Internet ya es un medio con todo el derecho. Si la indignación está aquí pero no en la calle, es porque en la calle no se puede expresar opiniones tan fácilmente como aquí.
Comentarios
No entiendo de que se alarman los medios, si no hacemos huelgas "fuertes" por cosas mas importantes como las pensiones, edad de jubilacion, etc.... ¿que esperan?
Es difícil llevarse el sofá a la calle, pero algún valiente lo ha conseguido: http://www.flickr.com/photos/arrebatos/127171561/
Es posible que ya no haga falta salir a la calle a desgañitarse para protestar,la red permite que la gente esté
informada,a pesar de los gobiernos y manifieste su descontento através de la intención de voto...
el ciberactivismo ,tiene muchas posibilidades...sin violencia,sin cansarse...se les puede tirar de su sillón a estos cretinos de políticos
Espero que no pongan excusas como "llovía".
Pues yo hubiera ido... pero estoy de exámenes. Por la mañana he tenido uno y ahora por la tarde la presentación de un trabajo.
Internet ya es un medio con todo el derecho. Si la indignación está aquí pero no en la calle, es porque en la calle no se puede expresar opiniones tan fácilmente como aquí.
¡Que viva los revolucionarios de sillón autocomplacientes!