Hace 15 años | Por --15141-- a blogs.publico.es
Publicado hace 15 años por --15141-- a blogs.publico.es

(…) Sería bueno preguntarse por qué, legislatura tras legislatura, se repite la escena de los escaños vacíos. Si lo hacemos, encontraremos mejor la respuesta en el funcionamiento ordinario del parlamentarismo moderno que en la moralidad laboral de los diputados. El objeto del discurso en la tribuna es más dejar constancia fidedigna de la posición del parlamentario y de su grupo en el Diario de Sesiones y en el registro videográfico de la Cámara, que un procedimiento deliberativo en sentido estricto.

Comentarios

glomayol

Si solo van al hemiciclo a votar lo que les dice el portavoz, ¿podríamos simplificar y que sólo votaran los portavoces? en tiempo de crisis, 347 sueldos MUY ALTOS menos....

D

es decir, que todos trabajan y mucho!

pero luego se quejan de ir a las 9 de la mañana
Bono acusó hoy de "vagos" a los que creen que la hora de comienzo de los plenos es muy temprana

Hace 15 años | Por yoma a ecodiario.eleconomista.es


y tampoco presentan preguntas o intervienen NUNCA, a pesar de haber tendio un año y pico para hacerlo...

Ochenta diputados no han intervenido todavía en el Congreso
Hace 15 años | Por --95774-- a larazon.es


muy trabajadores los de publico para lavarle la cara a sus jefes del PSOE(y de paso al PP)

D

#2 esa premisa es en la que se basan la gran mayoría de los jefes que tienen currando a los empleados 10 horas al dia, o que no tienen jornada intensiva, para justificarse. A mi me da igual las horas que echen calentando la silla en el congreso, a mi me interesan los resultados, y no los veo, por eso me cabrea.

toptnc

En su libro La audacia de la esperanza, el presidente Obama escribe: “aparte de los pocos minutos que llevan las votaciones, mis colegas y yo pasamos poco tiempo en la sala del Senado (…). Para cuando llegamos a la sala y el secretario empieza a pasar lista, todos los senadores han decidido ya –tras consultar con su gabinete, el líder de su caucus, cabilderos preferidos, grupos de interés, correos de los electores y tendencias ideológicas– cómo van a votar”. Tras describir la imagen habitual de un senador hablando en un salón de plenos casi desierto concluye de manera literaria: “En el cuerpo deliberativo más importante del mundo, nadie escucha”.

D

No sólo hay que ser legal (en el caso de que lo que diga este señor sea cierto), también hay que parecerlo.