El contrato 'cero horas' no garantiza trabajo, ni ingresos, ni derechos laborales. El empresario decide el número de horas a la semana, los horarios y las jornadas específicas que ofrecerá al contratado. Unas empresas organizan las rotaciones de su personal temporal a un mes vista o semana tras semana; otras, toman la decisión el día anterior. El empleado ha de estar atento a la llamada y dispuesto a ocupar su puesto con la más absoluta diligencia. Rechazar una propuesta puede interpretarse con una indisciplina que se castiga con cero horas...
Comentarios
¿el empresario pagará al menos la vaselina?
Esto lleva el concepto de "contrato basura" a otro nivel. Es evidente que los ultraliberales españoles tienen aún mucho que aprender si quieren ganarse ese título.
Vuelven la esclavitud y los negreros. Un próximo reglamento permitirá los latigazos.
Claro, por eso estaban tan pesados con lo de Gibraltar, para intentar tapar esto.