Pocas cosas me resultan más patéticas que ver a seres humanos discutiendo por el reparto de una herencia y, a tenor de sucesos que he presenciado o historias que me han contado, me temo que es un hecho más común de lo que imaginamos.
Es duro, pero real. El ansia de posesión con frecuencia nos aleja del sentimiento. El dinero es capaz de hacernos olvidar que lo que nos lega una persona es un regalo, nada más.
Comentarios
Cualquier enfermera de hospital puede acreditar cómo algunos ya se pelean por los bienes estando el abuelo aún vivo.
A mi siempre me recuerda a los buitres quitándole la carroña a las hienas.
Es duro, pero real. El ansia de posesión con frecuencia nos aleja del sentimiento. El dinero es capaz de hacernos olvidar que lo que nos lega una persona es un regalo, nada más.
Cuando el pariente ya ha muerto las cosas aun son peor, mucho, mucho peor.