Desde hace un año Rasmia ya no duerme al lado de las ventanas. Su amiga Shifa tampoco soporta oír el ruido de los helicópteros. Su casa fue destruida por una bomba israelí durante la guerra. En esta escuela para niñas en el centro de Gaza, la guerra ha dejado profundas heridas. “Muchas chicas ya no trabajan como antes, y prácticamente todas tienen problemas de insomnio, explica Imarat, una joven psicóloga que trabaja toda la semana en el establecimiento.
Comentarios
#0 "los efectos de la masacre" quedaría mejor... ya que no podemos considerar guerra a bombardear la zona más densamente poblada del mundo... a rociarlos con fósforo blanco, a destruir a conciencia hospitales, colegios y mezquitas, a asesinar a más de 1.500 personas (400 niños) y a dejar a más de 4.500 heridos (muchos muy graves)...
cuando Hamas tira cohetes al tun-tún se no se denomina guerra... y es por esto que los consideran "terroristas", no soldados... pues cuando israel ataca, que tampoco se denomine "respuesta", "castigo" o "guerra"...
llamemos a las cosas por su nombre: el atentado del 11-s (nueva york) y el del 11-m) madrid fueron eso, deleznables atentados, nunca "guerra" (aunque los de al qaeda lo llamen "guerra santa", nosotros nunca lo llamaríamos así)... tampoco lo llamaríamos "respuesta desproporcionada"... ni "conflicto"...
lo de Gaza fue una masacre con todas las letras, y los medios de comunicación deberían llamarlo así... siempre...