Pepe era la mascota de la familia que regentaba el hotel Estación, junto al apeadero de Cestona-Villa, allá por los años 50. El lorito gozaba de un lugar privilegiado para observar los trenes que pasaban por el apeadero. Por alguna extraña razón, le dio por imitar el sonido del silbato. Y ese silbido era tan perfecto que en más de una ocasión conseguía despistar a los trabajadores de la estación de Cestona-Villa.
Socavador, primero leete la historia y luego pones las tonterías que quieras. Si no te interesa no la vlores, pero el negativo porque sí y las descalificaciones porque también... haces honor a tu nombre, La historia de Pepe es muy graciosa. Y nada de blablabla
Pues yo de pequeño tenía un gatito que se llamaba patitas porque era negro, muy oscuro y tenía las patas blancas. Además cuando regresaba de madrugada a casa dejaba la cocina toda llena de marcas de sus pequeñas patitas. Patitas, que tenía el rabo torcido como la varita mágica de un mago de cuento un día se perdió...nunca lo volvimos a ver, tal misterioso suceso, blablabla...
Comentarios
Socavador, primero leete la historia y luego pones las tonterías que quieras. Si no te interesa no la vlores, pero el negativo porque sí y las descalificaciones porque también... haces honor a tu nombre, La historia de Pepe es muy graciosa. Y nada de blablabla
#1 ¡Qué manera más "longuis" de pedir la sección de gatos!
Grrr...al final me lo he acabado leyendo. Disculpa el negativo. #0
#1 #2 Personalmente, lo he traído a MNM porque me parece una historia entrañable. Leedla entera antes de votar, merece la pena
Chop suei
Pues yo de pequeño tenía un gatito que se llamaba patitas porque era negro, muy oscuro y tenía las patas blancas. Además cuando regresaba de madrugada a casa dejaba la cocina toda llena de marcas de sus pequeñas patitas. Patitas, que tenía el rabo torcido como la varita mágica de un mago de cuento un día se perdió...nunca lo volvimos a ver, tal misterioso suceso, blablabla...