Tenemos la inmensa suerte de vivir en una sociedad libre, en el sentido amplio del término. Hay muchos lugares en el mundo donde estaríamos millones de veces peor que aquí, a todos los niveles. Pero… ¿estamos por ello obligados a rendir pleitesía a un régimen político con tantas lagunas como el nuestro?
Hombre, aunque vayan las cosas como van, con la democracia hemos vivido y vivimos los mejores momentos en lo que a libertad y posibilidades se refiere.
Otra cosa es que no sea perfecto, pero vivimos mejor que en otros tiempos.
No vivimos en una sociedad libre, sino en una con determinadas libertades, ente las que no está la libertad política, cuyo principal derecho es poder elegir el sistema político del estado al que perteneces.
Decía Churchill que "el mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio", resumiendo en una frase mucho más de lo que suelta el artículo en dos páginas.
Y sin embargo, aquí estamos y, en efecto, jamás contaríamos con la preparación suficiente para observar las ventajas de una geniocracia o tecnocracia... algo que tenemos los humanos, que aunque seamos ceros a la izquierda no nos gusta serlo y tenemos nuestras inquietudes y preferencias, tanto por el juego como por las reglas.
Por otro lado, el propio hecho de llamar democracia a lo que tenemos es efectivamente sobrevalorar el actual tinglado.
Comentarios
Parafraseando a un amigo, "El problema de la sociedad son las personas".
La partitocracia lo está
Y valorada apenas consigue respirar.
Hombre, aunque vayan las cosas como van, con la democracia hemos vivido y vivimos los mejores momentos en lo que a libertad y posibilidades se refiere.
Otra cosa es que no sea perfecto, pero vivimos mejor que en otros tiempos.
La democracia que conocemos no es ni buena ni mala. Es mentira.
Nota aclaratoria: La democracia (verdadera) es algo que aún está por llegar.
No digas democracia cuando puedes/debes decir democracia representativa.
No vivimos en una sociedad libre, sino en una con determinadas libertades, ente las que no está la libertad política, cuyo principal derecho es poder elegir el sistema político del estado al que perteneces.
Decía Churchill que "el mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio", resumiendo en una frase mucho más de lo que suelta el artículo en dos páginas.
Y sin embargo, aquí estamos y, en efecto, jamás contaríamos con la preparación suficiente para observar las ventajas de una geniocracia o tecnocracia... algo que tenemos los humanos, que aunque seamos ceros a la izquierda no nos gusta serlo y tenemos nuestras inquietudes y preferencias, tanto por el juego como por las reglas.
Por otro lado, el propio hecho de llamar democracia a lo que tenemos es efectivamente sobrevalorar el actual tinglado.