Hace 12 años | Por Bernard a lefigaro.fr
Publicado hace 12 años por Bernard a lefigaro.fr

Un cliente del Ikea de Burdeos (Francia), amputado de ambas piernas, tuvo que llegar al extremo de enseñar sus prótesis para convencer a los agentes de seguridad de que tenía derecho a aparcar su vehículo en una plaza reservada. Ni la explicaciones de Pascal, ni la documentación oficial que les exhibió lograron convencerles. (Traducción parcial en #1).

Comentarios

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Pues creo que voy a ser la nota discordante, pero este señor, pese a las molestias que ha sufrido, ya sabe que en ese IKEA, las plazas de garaje las ocupan minusválidos de verdad y no jetas.
En cualquier caso, creo que enseñando la documentación hubiese sido suficiente y este guardia se ha extralimitado

D

#3 La actitud del cliente no me parece coherente ni de sentido común. Si las prótesis le están resolviendo su problema de reducción de movilidad con tanta eficacia como se desprende de la noticia, ¿por qué hace uso de esa plaza? El menor espacio en un lateral del coche y la mayor distancia a caminar hasta la entrada más próxima, propios de las plazas convencionales, no los veo como barreras para él. Sin embargo, quizás el ocupar esa plaza pudo llegar a poner en aprietos a alguien más perjudicado en su moviidad que él.

Bernard

Traducción parcial.

Pascal, de 38 años de edad, fue el viernes 13 de mayo al Ikea para comprar un canapé junto a su hija de 11 años y su mujer. Esta era quien conducía.

Poco después de bajarse del coche son abordados por una guardia de seguridad que les llama la atención por aparcar donde no deben. Cierto es que la minusvalía de Pascal no es visible a simple vista, no cojea, ni sus prótesis son visibles. Pascal le muestra al guardia la documentación oficial que le permite aparcar en dicha plaza pero aún así no logra convencer al mismo. Ante una decena de persona que ahí se habían reunido y su hija llorando, Pascal harto de la situación decide mostrar sus prótesis.

Los responsables de Ikea ahí presentes le presentan rápidamente sus disculpas y le ofrecieron comer gratís en el restaurante del centro. Pascal, lo rechaza y decide poner una denuncia por sentirse humillado. "No es la primera vez que se duda de mí, a veces me siento obligado a hacer como que cojeo". "Parece que para la gente los minusválidos tenemos que estar en una silla de ruedas viviendo de las ayudas sociales".

Por su parte los responsables de la tienda manifestaron que nunca obligaron a Pascal a enseñar sus prótesis aunque entienden que se sienta molesto. Ikea Francia se mostró consternada por el hecho.

D

#1 Los responsables de Ikea ahí presentes le presentan rápidamente sus disculpas y le ofrecieron comer gratís en el restaurante del centro (...) Ikea Francia se mostró consternada por el hecho.

A ver, si el agente es idiota, no se tiene que meter a Ikea por medio. Es una ineptitud de una persona, un tonto al que señalarán por la calle a partid de ahora (espero) como uno de los mayores tontos de Francia lol

Con la política que tiene IKEA, me creo que fuera una acción ajena a ellos, sino del agente, que debe ser de una empresa externa de seguridad, como el lógico.