Científicos de las universidades alemanas de Greifswald y Bonn han identificado una posible causa de la gravedad de las infecciones de la bacteria E.coli enterohemorrágica (EHEC) que han matado a 23 personas en Alemania. Según los catedráticos Andreas Greinacher y Bernd Pötzsch, la infección provoca que el cuerpo produzca anticuerpos que atacan al propio organismo.
#1 La noticia no tiene que ver con cómo se han infectado los enfermos, sino con el motivo de que esta nueva cepa de la bacteria sea más peligrosa que las demás.
Un pastor estaba guardando su rebaño no lejos del pueblo, y pensó que sería divertido asustar a los vecinos diciendo que los lobos atacaban al rebaño. En consecuencia, empezó a gritar: "¡Que viene el lobo! ¡El lobo!", y cuando llegaron a toda prisa los vecinos, él se rió de sus temores. Repitió la broma varias veces, y los campesinos una y otra vez vieron que habían acudido a la carrera inútilmente. No obstante, un día, vino el lobo realmente y el pastor gritó: "¡Que viene el lobo! ¡El lobo!", lo más fuerte que pudo. La gente del pueblo estaba ya tan acostumbrada a oírlo que nadie le hizo caso ni corrió en su ayuda. Y el lobo, sin encontrar resistencia, pudo comerse todas las ovejas.
Comentarios
llamarme conspiranoico pero cada dia tengo mas claro, que a alguien se le ha ido esto de las manos.
Estamos ansiosos de ver a quien o a que le dan un palo del 15... Estos no aciertan, y lo unico que hacen es joder a un sector!!
#1 La noticia no tiene que ver con cómo se han infectado los enfermos, sino con el motivo de que esta nueva cepa de la bacteria sea más peligrosa que las demás.
He perdido la fe en los científicos alemanes, de hecho ya entiendo lo de la fuga de cerebros
Un pastor estaba guardando su rebaño no lejos del pueblo, y pensó que sería divertido asustar a los vecinos diciendo que los lobos atacaban al rebaño. En consecuencia, empezó a gritar: "¡Que viene el lobo! ¡El lobo!", y cuando llegaron a toda prisa los vecinos, él se rió de sus temores. Repitió la broma varias veces, y los campesinos una y otra vez vieron que habían acudido a la carrera inútilmente. No obstante, un día, vino el lobo realmente y el pastor gritó: "¡Que viene el lobo! ¡El lobo!", lo más fuerte que pudo. La gente del pueblo estaba ya tan acostumbrada a oírlo que nadie le hizo caso ni corrió en su ayuda. Y el lobo, sin encontrar resistencia, pudo comerse todas las ovejas.