Hace 13 años | Por caritadulce a nytimes.com
Publicado hace 13 años por caritadulce a nytimes.com

Supongamos que justo después de terminar de leer este artículo, sobre la quilla, muerto. Tal vez esté listo para esa eventualidad, en el que ha preparado un testamento o hizo algún tipo de arreglo para el destino de los bienes materiales que dejan atrás: los activos financieros, los efectos personales, objetos que pueda tener valor sentimental para los demás y artefactos de su vida como fotografías, revistas, cartas. Incluso si no han adoptado tales medidas, todo esto se consigue, ordenados de una manera u otra, tal vez en línea con lo que hubi

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