Los ferrocarriles ingleses no ganan para sustos. Si hace unas semanas, iniciaban una lucha sin cuartel contra la plaga de ratas que acaba con el cableado eléctrico, ahora deben combatir contra chinches, pulgas y otros bichos que infestan el mobiliario y los colchones de las literas o los coches cama. Una lucha difícil de llevar a cabo y que cuesta miles de libras al año.
En el tercer trimestre del pasado año también hubo un problema con chinches en el Picasso Bilbao-Málaga. Un grupo de pasajeros se vio afectado por esos bichejos que al oarecer infestaban las mantas del tren.
Pasé un año en Inglaterra y me sorprendió muchísimo que no era raro que hubiera chinches en las casas. Es evidente que ni yo ni mis amigos vivíamos en Buckingham Palace pero aquí en España tampoco vivo en el Palacio de la Zarzuela y no he escuchado nunca nada de chinches.
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En el tercer trimestre del pasado año también hubo un problema con chinches en el Picasso Bilbao-Málaga. Un grupo de pasajeros se vio afectado por esos bichejos que al oarecer infestaban las mantas del tren.
Pasé un año en Inglaterra y me sorprendió muchísimo que no era raro que hubiera chinches en las casas. Es evidente que ni yo ni mis amigos vivíamos en Buckingham Palace pero aquí en España tampoco vivo en el Palacio de la Zarzuela y no he escuchado nunca nada de chinches.