«Soy una mujer. Soy una ciudadana. No soy una criminal». «Quiero protección, sin multas. Basta de acoso policial». «Tengo derecho a estar en la calle, no me discrimines». Estas afirmaciones y otras muy similares -«el amor y la violencia no son lo mismo; zona libre de chulos»-, todas seguidas de un «ejerzo la prostitución, respeta mis derechos; no más violencias» han aparecido en los últimos días estampadas en las paredes del Raval. Varias entidades recogen firmas contra el endurecimiento de la ordenanza cívica.
Comentarios
Tengo derecho a estar en la calle, no me discrimines
Lo siento, pero no, no puedo dejar que estés en la calle, viendo cómo deprimís la zona, llenando de condones los alrededores, pasando por cualquier esquina y ver fornicaciones, colas de coches por la calle buscando prostitutas, peleas, chulos etc.
En Granada una que iba a coger el autobús, siendo de día, le preguntaron cuánto cobraba, y no era puta, y a un amigo esperando en un semáforo le plantaron la tetas en el cristal.
Yo haz lo que quieras, pero los derechos conllevan unas obligaciones. Obviamente, hacer de una calle un centro de recogidas de prostitutas no es un derecho, es una jodida para los vecinos.
Igualmente, tener a una vecina prostituta, o un piso franco de prostitutas de vecinos, es joderte la vida y tu descanso.
No sé, hay que ser más conscientes del daño que se hace.