Hace 11 años | Por Ripio a lavanguardia.com
Publicado hace 11 años por Ripio a lavanguardia.com

Punto y aparte en la historia de la Italia contemporánea. Silvio Berlusconi, el magnate convertido en político, ha puesto fin a una aventura iniciada hace 18 años. No se presentará como candidato a primer ministro en las elecciones de la próxima primavera. A sus 76 años, cederá el paso a un líder más joven, elegido en unas primarias que probablemente se celebrarán el 16 de diciembre.

Comentarios

Ripio

¡Que cabrón! ¡Nos deja sin noticias!

Plissken

#1 No creas, un personaje de perfil similar (Doña Espe) también dimitió, y algunos creían que era el fin de sus grandes titulares populistas y demagogos, y mira donde estamos. Este tipo de personajes, creo que son adictos a la popularidad...

D

#4 Lo de Espe ha sido una retirada estratégica. Estos tiempos están quemando mucha imagen. Cuando todo esté más calmado volverá, sin duda...

D

Se retirará a alguna casita siciliana.

tusitala

La figura de cera de la foto les ha quedado fenomenal.
Casi parece una persona de verdad.

themarquesito

Y sın embargo el PdL lıdera las encuestas. Joder, es que no aprenden.

x

#3 Perdona? El PDL en algunas encuestas roza el tercer puesto. Podría tener la mitad de votos que en 2008. Cuando veamos aquí al PP o al PSOE en un 19% de voto en las generales, hablamos

D

#9 Apuesto por el PSOE para esa situación, el PP lo veo difícil. Un 35% de los votos y mayoría absoluta.

D

Es un matusalen,ningun lifting disimula su senectud

D

Se acaban los grandes hombres con sentido del humor, que será de un Parlamento Italiano sin las salidas de tono y ocurrencias del Consigliere? Es como cuando se nos fue Mendoza del Real Madrid o el cómico Núñez del Barça, gentes que trataban sus vidas con el sentido del humor de un caballero.

No veo nadie de los que vienen detrás que alcance las cotas de histrionismo y delirio que mantuvo el gran Berlusconi, recuerdo aún los #Berlusconifacts con nostalgia y se me escapa la risa incluso. Como cuando le tocó el culo a la primera ministra de un país nórdico o como cuando decia a los embajadores extranjeros que un cuadro que tenía tras él representaba las grandes orgías que sus ancestros se habian corrido.