El líder del movimiento ecologista Futuro Vegetal, Bilbo Bassaterra, fabricó facturas falsas para justificar el desvío de más de 44.000€ de donativos. El dinero lo habría gastado, entre otras cosas, en comprarse una caravana o en pagar a su expareja, con la que tiene una hija en común, más de 5.500€. Y no fue el único miembro que se habría lucrado personalmente con dinero del colectivo. El análisis del uso de los fondos, revela que sólo el 40% de las donaciones se destinó a acciones relacionadas con el activismo climático.