Después de su victoria en las Termópilas, el monarca se sintió libre de avanzar con su mastodóntico ejército hacia Atenas e iniciar el saqueo del Ática arrasando los santuarios de la Acrópolis ateniense. Ninguno de los autores griegos que le presentaban como un hombre débil, mujeriego y controlado por los eunucos podían disimular que, en verdad, sentían fascinación por sus riquezas y su poder
Comentarios
El titular no es el mejor pero, me ha parecido un artículo interesante y completo.
#1 el artículo tiene unos añitos, pero es verdad que es interesante.
#1 Con lo a gusto que se hubiesen quedao con un "Jerges I, el maricón que se la clavó a Leónidas"
#3
débil, mujeriego y controlado por los eunucos. Ya estan los del ABC intentando lavar la imagen del emérito.
¿Se la clavó en el ojete?