La primera solicitud, formulada en agosto de 1865, relativa al estudio de un tranvía con tracción sangre entre el Barrio de Salamanca y el centro de Madrid, la llevó a cabo el ingeniero Ross, hasta que en 1869, Ross se une a José Domingo Trigo, un empresario con experiencia en el negocio tranviario, puesto que fue concesionario de los ferrocarriles urbanos de La Habana.
Nunca había oído el término tracción sangre y me ha resultado muy curioso. Reconozco que sólo lo he leído a saltos por la gran cantidad de datos que da y me aburren un poco. Lo mejor, para mi gusto, son las fotografías; me han encantado.
Comentarios
Nunca había oído el término tracción sangre y me ha resultado muy curioso. Reconozco que sólo lo he leído a saltos por la gran cantidad de datos que da y me aburren un poco. Lo mejor, para mi gusto, son las fotografías; me han encantado.