Lo más lamentable decente asunto es que no es la primera vez que ocurre y, me temo, que no será la última.
En mi ciudad ampliaron el hospital general y cuando abrieron las instalaciones también descubrieron que las camas no cabían en ellos. Tres torres de nueve plantas, cuatro ascensores por torre.
En otro hospital, el segundo en importancia, las puertas de los cuartos de baño son más estrechas que las sillas de ruedas, a las camas se les tenía que quitar una de las barandillas para que entraran en las habitaciones, cambiaron las camas y a las nuevas no se le podía quitar las barandillas y al final tuvieron que hacer obras en todo el hospital para ampliar y cambiar las puertas.
Con el coste de arreglar todos estos despropósitos ¿cuánto material (tan escaso) podrían comprar? ¿cuánto personal (tan necesario) se podría contratar? y ¿cuántas molestias innecesarias nos hubiéramos ahorrado todos?
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Qué barbaridad...