Publicado hace 7 años por doctoragridulce a magnet.xataka.com

El caso del zorro rojo de Dmitry Belyaev, que comentábamos hace unos días al abordar el tema de la domesticación, suele ser el punto de partida ideal para acercarse a la idea de hasta qué punto la mano del hombre puede modificar una raza. Ni es fácil ni rápido, y los intentos posteriores de replicar el experimento destinado a convertir animales salvajes en dóciles mascotas no ha tenido el mismo éxito.

Comentarios

o

Qué tontería! Sigue habiendo selección natural. Los más aptos para un entorno sobreviven. Da la casualidad que ser más apto, para algunas especies es ser más docil o más bonito o estar hipertrofiado (lo cual es mejor malo para el individuo pero, para la especie favorece a los hipertrofiados). Cuando el ser humano desaparezca serán otras características.

Para las plantas lo interesante es dar mucha fruta, si eres venenosa te intentan exterminar, en un mundo con cada vez más agricultura.


La selección natural no se acaba, eso es una muestra de ella.

eltxoa

La humanidad se salta la selección natural en cada parto por cesárea y en cada sinusitis tratada con antibióticos.

D

#1 Y en cada operación!! y cada vez que vas al dentista...
De hecho a fecha de hoy ña selección natural no funciona para los humanos.

Estoy pensando que en los perros tampoco

D

#1 #2 #4 Tenéis toda la razón del mundo... los tres.

i

#1 pues me parece bien que se la salte en esos casos