Hace 2 años | Por painful a zendalibros.com
Publicado hace 2 años por painful a zendalibros.com

Cincuenta años después de su primera y ya brillante realización —Cinco pistolas (1955)— y a treinta y uno de la última —La resurrección de Frankenstein (1990)—, cuando puede darse por concluida su filmografía, todavía cabe preguntarse si la verdadera vocación de Roger Corman —uno de los grandes paradigmas de la serie B— fue la producción o la realización. No faltan quienes sostienen que, cuando emplazó su cámara por primera vez, lo hizo para ahorrarse el sueldo de un director bajo contrato.