Hace 2 años | Por Huginn a nmas1.org
Publicado hace 2 años por Huginn a nmas1.org

Desde el medioevo, los abogados tenían un truco para evitar las falsificaciones en sus pergaminos: usar piel de oveja, y no piel de cabra, de res o de otro animal, de acuerdo a un reciente análisis de la Universidad de Exeter, Reino Unido, publicado en Heritage Science. Revisando documentos legales del siglo XIII al XX, los expertos descubrieron que casi siempre se usó piel de oveja. Esto respondía a que la estructura de la piel ovina delataba muy notoriamente los intentos de adulterar los textos. Las razones eran variadas.