Ya nadie come bebés de pangolín en guisos ilegales. Las escamas de su escudo han perdido poderes para curarlo todo. Aún se discute si ha sido o no el eslabón entre murciélagos y humanos para transmitir el coronavirus que nos atormenta, y quizá sea la clave, dicen, para la vacuna contra el COVID-19.
Comentarios
Con patatas de luxe.
Míralo que humilde el, si no fuera por su intento de exterminarnos seria mi bicho favorito.
Todavía queda la mitad del año, viendo como va aun puede aparecer un tapado que nos sorprenda.
MacPangolin
Debería sacarlo la revista Time como personaje del año.