Hace 6 años | Por bomowski a yorokobu.es
Publicado hace 6 años por bomowski a yorokobu.es

A pesar de la importancia del olfato, un estudio de McCann Worldgroup, The Truth About Youtha, revela que los adolescentes estadounidenses prefieren perder este sentido a renunciar a su teléfono móvil o a su ordenador. Una actitud que no es más que el reflejo de la poca importancia que la sociedad occidental le da a este sentido.

Comentarios

paragomba

Pues yo creo que estaria mas limitado en mi dia a dia sin movil ni ordenador que sin olfato.

Jakeukalane

#10 umami. pero repito mi comentario. yo desde luego prefiero perder el olfato que mis ordenadores.

Jakeukalane

#6 no varia tanto el sabor estando resfriado. Yo no me di cuenta hasta que me lo dijeron.

Jakeukalane

El articulo es interesante a pesar de lo desafortunado del título.

Jakeukalane

Es como estar constipado permanentemente y hay muchas veces que agradeces no tener olfato.
Por otro lado leí que no era una cosa occidental sino general, el ser humano no necesita el olfato a día de hoy (o algo así) y lo íbamos a ir perdiendo.
A mí esto me causa perplejidad porque parece lamarckiano. Porque la selección natural no interviene en la pérdida del olfato. Un hombre (o mujer) que tiene menos olfato no tiene más (o menos) opciones de reproducirse. De hecho si esa persona huele muy mal y no se da cuenta diría que iría en contra de sus posibilidades...

andran

A todos esos que dicen que prefieren perder el sentido del olfato antes que el movil deberían de tener una enfermedad y perderlo realmente para que valorasen lo que la naturaleza les ha dado.
Seguro que si lo perdiesen no opinarían igual.

paragomba

#5 Gracias por el piropo pero tengo 36 años.

XtrMnIO

Cierto, ya casi ni se nota el imperante olor a mierda.

D

#3 Eres joven, todo se pasa.

jhoker

#3 ¿Renunciarías al sabor de una buena comida por tu pc o móvil?

jhoker

#7 Para los sabores el olor lo es todo, con la lengua solo distinguimos lo dulce, salado, amargo, acido y el sabor ese nuevo que no recuerdo como se llama, todo lo demás es cosa del olfato.