el científico hellinero Juan Carlos Izpisúa ha dado un paso más hacia el futuro que imagina: la creación de miles de embriones humanos artificiales en el laboratorio para investigar en ellos la toxicidad de nuevos medicamentos o los efectos de mutaciones genéticas generadas previamente.
Comentarios
Antes de que salga el típico "está jugando a ser Dios". No. No está jugando. Y ser Dios es algo muy distinto.
El día que alguien encuentre la manera de crear nuevos universos podrán hablar de "ser Dios" y tampoco estarán jugando.