Alguien puede dar clase durante meses a chavales que, al final del curso, sabrán más que el profesor de la materia que les ha impartido. Esto se debe al delirante sistema de selección de profesores que impera en toda España, y que convierte las oposiciones en una prueba de resistencia que apenas guarda relación con la docencia propiamente dicha.
Después de muchos años en clase nunca he conocido en ningún centro de secundaria un caso en el que el alumno termine sabiendo más que el profesor. Cuando en bachillerato me he encontrado algún alumno que ha avanzado "bastante" me he alegrado.
Lo que si es cierto es que cualquiera puede hacerse pasar por periodista y escribir algo sin contrastar con la realidad.
Un profesor no tiene por qué saber más que los alumnos. Si al principio de curso no saben nada del tema y al final han cumplido los objetivos del currículo, da exactamente igual lo que sepa el profesor. En EEUU la mitad de los maestros son lelos y sin embargo saben enseñar bien.
#3 Y eso lo dices tu porque conoces a una muestra representativa del profesorado estadounidense. Y mal profesor eres si no sabes mas que la gente a la que pretendes enseñar, cualquier duda que te presenten te dejará en evidencia.
Con todos los respetos por la persona que ha escrito el artículo, considero que es cuanto menos falaz y tendencioso. Y me explico.
Ya en el título, mete la gamba que da gusto. Ser profe de Lengua y Literatura implica que se haya estudiado una carrera de al menos cuatro años (con el plan antiguo, cinco). Así que afirmar que después de una carrera de filología hispánica no se sabe nada de lengua es estúpido.
Seguimos; afirmar que los chavales de bachillerato sabrán más que el profe (sea interino o no) es propio de alguien que no conoce el sector de la enseñanza. Y lo digo con conocimiento de causa: llevo más de 18 años impartiendo clases y los chavales de ese nivel son cada vez (desgraciadamente) más ignorantes y faltos de interés por nada que no sea su móvil o las últimas series que puedan verse por Internet.
Seguimos: lo que dice de la vocación, o más concretamente de la falta de ella, francamente creo que es meter en el mismo saco a churras y merinas. Por supuesto que hay gente que no desea estar en contacto con chavales a diario, y mira que he conocido a unos cuantos, pero puedo afirmar, a tenor de los seis centros de tres comunidades autónomas diferentes en los que he estado que el 90% de los profes son gentes a las que les gusta su profesión y dan a diario lo mejor de sí. Trabajar en un centro de secundaria implica hacerlo codo con codo con los compañeros para mucho más que tomar un café en los recreos.
Seguimos: no sé en los centros en los que supuestamente ha estado, pero en los centros que conozco, los resultados de los exámenes de selectividad son de lo mejorcito y los porcentajes de aprobados rondan el 90%. Eso habla mucho en favor de los que preparamos a estos chavales para su paso por los bancos de la universidad.
Seguimos: hasta donde yo sé, las oposiciones son el único medio para valorar la aptitud de una persona para la enseñanza. De eso se libran en los centros concertados en los que los "profes" entran a dedo por puro enchufe. Conozco a unos cuantos de esos que harían escandalizar al más pintado por su catetismo intelectual; y sin embargo, ahí los tienes. Ahí no hay gente sin vocación? Pregunto... Por cierto, formé parte de un tribunal de oposiciones (Murcia, 2008) donde sí se leen TODOS los exámenes y donde se controla TODOS los factores habidos y por haber para valorar qué personas están mejor preparadas para formar parte del profesorado funcionario. Un mes examinando a aspirantes, mal pagados, en condiciones tercermundistas... Te ha faltado decir que tres meses de vacaciones son mucho...
Seguimos: en mi caso particular, me presenté a unas oposiciones en Andalucía, en el 99, siendo de otra comunidad autónoma, donde ofrecían 50 puestos para secundaria y a las que se presentaron más de 8000 personas (ocho mil) porque entre que la Junta llevaba sin convocar más de ocho años y que en esa ocasión no se convocaban de esa especialidad en muchas otras, al final nos juntamos ciento y la madre. Después de ocho meses estudiando ocho horas diarias, sin fines de semana ni puentes ni leches, de ir a una academia los sábados, de rehacer los temarios churreros de la academia, conseguí aprobar con plaza. Sin haber sido nunca interina. No sé ahora mismo cómo está el tema de los méritos, pero entonces, se tenía en cuenta la media del expediente académico. Obviamente, los que pasaron sin pena ni gloria por las aulas de la universidad, se tiraban de los pelos en las baremaciones. Con mi buen expediente, mis cursos hechos durante los estudios y sin haber sido antes interina, considero que no fue tan difícil.
Seguimos: tengo dos compañeras de insti que han aprobado hace un año precisamente sus plazas de lengua y literatura. Ambas con niños pequeños y dando sus correspondientes horas lectivas a diario. No creo que sea especialmente difícil aprobar unas oposiciones si las lleva uno bien preparadas, sabe con qué armas cuenta y cuál es el objetivo a alcanzar. Claro que he conocido a interinos que llevaban como tales más de veinte años y a los que no les interesaba aprobar porque temían que les enviaran "muy lejos de casa" y claro, es mucho mejor estar cerca porque "total, yo me encuentro muy a gusto así".
Termino: Artículo que demuestra hasta qué punto la falta de conocimiento de un determinado sector puede envenenar la opinión pública. Y claro, luego no me extraña escuchar cómo padres de alumnos despotrican contra los profes, echando pestes contra una de las profesiones más nobles que existen.
Comentarios
El artículo va por unos derroteros ligeramente diferentes al titular.
Después de muchos años en clase nunca he conocido en ningún centro de secundaria un caso en el que el alumno termine sabiendo más que el profesor. Cuando en bachillerato me he encontrado algún alumno que ha avanzado "bastante" me he alegrado.
Lo que si es cierto es que cualquiera puede hacerse pasar por periodista y escribir algo sin contrastar con la realidad.
Un profesor no tiene por qué saber más que los alumnos. Si al principio de curso no saben nada del tema y al final han cumplido los objetivos del currículo, da exactamente igual lo que sepa el profesor. En EEUU la mitad de los maestros son lelos y sin embargo saben enseñar bien.
#3 Y eso lo dices tu porque conoces a una muestra representativa del profesorado estadounidense. Y mal profesor eres si no sabes mas que la gente a la que pretendes enseñar, cualquier duda que te presenten te dejará en evidencia.
#6 bueno, es lo que tiene trabajar en una escuela en EEUU, que conoces una muestra representativa...
En este país puedes ser lo que quieras teniendo amigos o dinero. Hasta terrorista de estado.
#1 otegui?
Con todos los respetos por la persona que ha escrito el artículo, considero que es cuanto menos falaz y tendencioso. Y me explico.
Ya en el título, mete la gamba que da gusto. Ser profe de Lengua y Literatura implica que se haya estudiado una carrera de al menos cuatro años (con el plan antiguo, cinco). Así que afirmar que después de una carrera de filología hispánica no se sabe nada de lengua es estúpido.
Seguimos; afirmar que los chavales de bachillerato sabrán más que el profe (sea interino o no) es propio de alguien que no conoce el sector de la enseñanza. Y lo digo con conocimiento de causa: llevo más de 18 años impartiendo clases y los chavales de ese nivel son cada vez (desgraciadamente) más ignorantes y faltos de interés por nada que no sea su móvil o las últimas series que puedan verse por Internet.
Seguimos: lo que dice de la vocación, o más concretamente de la falta de ella, francamente creo que es meter en el mismo saco a churras y merinas. Por supuesto que hay gente que no desea estar en contacto con chavales a diario, y mira que he conocido a unos cuantos, pero puedo afirmar, a tenor de los seis centros de tres comunidades autónomas diferentes en los que he estado que el 90% de los profes son gentes a las que les gusta su profesión y dan a diario lo mejor de sí. Trabajar en un centro de secundaria implica hacerlo codo con codo con los compañeros para mucho más que tomar un café en los recreos.
Seguimos: no sé en los centros en los que supuestamente ha estado, pero en los centros que conozco, los resultados de los exámenes de selectividad son de lo mejorcito y los porcentajes de aprobados rondan el 90%. Eso habla mucho en favor de los que preparamos a estos chavales para su paso por los bancos de la universidad.
Seguimos: hasta donde yo sé, las oposiciones son el único medio para valorar la aptitud de una persona para la enseñanza. De eso se libran en los centros concertados en los que los "profes" entran a dedo por puro enchufe. Conozco a unos cuantos de esos que harían escandalizar al más pintado por su catetismo intelectual; y sin embargo, ahí los tienes. Ahí no hay gente sin vocación? Pregunto... Por cierto, formé parte de un tribunal de oposiciones (Murcia, 2008) donde sí se leen TODOS los exámenes y donde se controla TODOS los factores habidos y por haber para valorar qué personas están mejor preparadas para formar parte del profesorado funcionario. Un mes examinando a aspirantes, mal pagados, en condiciones tercermundistas... Te ha faltado decir que tres meses de vacaciones son mucho...
Seguimos: en mi caso particular, me presenté a unas oposiciones en Andalucía, en el 99, siendo de otra comunidad autónoma, donde ofrecían 50 puestos para secundaria y a las que se presentaron más de 8000 personas (ocho mil) porque entre que la Junta llevaba sin convocar más de ocho años y que en esa ocasión no se convocaban de esa especialidad en muchas otras, al final nos juntamos ciento y la madre. Después de ocho meses estudiando ocho horas diarias, sin fines de semana ni puentes ni leches, de ir a una academia los sábados, de rehacer los temarios churreros de la academia, conseguí aprobar con plaza. Sin haber sido nunca interina. No sé ahora mismo cómo está el tema de los méritos, pero entonces, se tenía en cuenta la media del expediente académico. Obviamente, los que pasaron sin pena ni gloria por las aulas de la universidad, se tiraban de los pelos en las baremaciones. Con mi buen expediente, mis cursos hechos durante los estudios y sin haber sido antes interina, considero que no fue tan difícil.
Seguimos: tengo dos compañeras de insti que han aprobado hace un año precisamente sus plazas de lengua y literatura. Ambas con niños pequeños y dando sus correspondientes horas lectivas a diario. No creo que sea especialmente difícil aprobar unas oposiciones si las lleva uno bien preparadas, sabe con qué armas cuenta y cuál es el objetivo a alcanzar. Claro que he conocido a interinos que llevaban como tales más de veinte años y a los que no les interesaba aprobar porque temían que les enviaran "muy lejos de casa" y claro, es mucho mejor estar cerca porque "total, yo me encuentro muy a gusto así".
Termino: Artículo que demuestra hasta qué punto la falta de conocimiento de un determinado sector puede envenenar la opinión pública. Y claro, luego no me extraña escuchar cómo padres de alumnos despotrican contra los profes, echando pestes contra una de las profesiones más nobles que existen.