Llevamos años pretendiendo modificar el orden natural de las cosas; cambiar ese manual dado, por el cual el individuo sabe cómo tiene que actuar. Me refiero a todo aquello que tiene que ver con la moral, incluso con la ética. Como si se tratara de una competición, el hombre intenta sobrepasar los límites que le han sido concedidos, y juega a ser Dios, olvidando que ello siempre ha tenido consecuencias nefastas. Lo que sigue es el caso más espeluznante de la psicología moderna y, a la vez, el mayor fracaso de la reasignación de sexo.
Comentarios
A pesar de la parte moralizante del artículo, la historia es muy interesante y debe conocerse.
#2 Y se conoce. https://www.meneame.net/search?q=david reimer&w=links&p=&s=&h=&o=date&u=
Cosas de la religión: Una circuncisión que sale mal.
Huele a tufo cristiano: #teahorrounclick
Llevamos años pretendiendo modificar el orden natural de las cosas; cambiar ese manual dado, por el cual el individuo sabe cómo tiene que actuar. Me refiero a todo aquello que tiene que ver con la moral, incluso con la ética. Como si se tratara de una competición, el hombre intenta sobrepasar los límites que le han sido concedidos, y juega a ser Dios, olvidando que ello siempre ha tenido consecuencias nefastas. Lo que sigue es el caso más espeluznante de la psicología moderna y, a la vez, el mayor fracaso de la reasignación de sexo.
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