Publicado hace 6 años por cd_autoreverse a labrujulaverde.com

Probablemente ningún sistema ha sido tan asombroso como aquella máquina de hacer llover de la primera mitad del siglo XX inventada por el ingeniero argentino Juan Pedro Baigorri Velar. Era una especie de cajón, del tamaño de un televisor, dotado de una batería eléctrica con varios reactivos químicos conectados y un par de antenas, que hacían de polos positivo y negativo, para dirigir los susodichos impulsos.

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skaworld

"Efectivamente, por esa misma época, el inefable psiquiatra vienés Wilhelm Reich también empezó a probar un cañón rompenubes que, si se lo hacía actuar al revés, en lugar de romperlas las formaría provocando lluvias. Según decía, ello era posible actuando sobre lo que llamaba orgón, una fuerza vital universal inmaterial y omnipresente, susceptible de ser positiva o negativa según cada individuo. Lo mejor de todo es que, aprovechando el apogeo que vivían las tesis de Freud, situaba su origen en la energía corporal liberada durante el acto amoroso. "

Lo que viene siendo un si no me la chupas no llueve, un genio.